04/12/2018 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
Apenas fueron 16 días que el expresidente Alan García Pérez permaneció alojado en la embajada de Uruguay donde solicitó asilo político. Ayer a las ocho de la mañana, el mandatario uruguayo Tabaré Vázquez decidió negarle el refugio solicitado al considerar que en el Perú “funcionan libremente los tres poderes del Estado”, echando por tierra los argumentos esgrimidos por el líder aprista. Ante esto debió dejar la embajada.
García Pérez recibió la noticia horas antes del propio embajador uruguayo en Lima, Carlos Barros, quien le comunicó la decisión de Tabaré Vázquez. “No hemos concedido el pedido de asilo [...] En el Perú funcionan autónomamente y libremente los tres poderes del Estado, especialmente el Poder Judicial que está llevando a cabo las investigaciones de eventuales delitos económicos [de García]. Por estas consideraciones estrictamente jurídicas y legales, no concedemos el asilo político”, manifestó durante una conferencia de prensa en Uruguay a las 8 de la mañana.
Una vez comunicada la decisión de su gestión, Vázquez agregó que "en consecuencia se ha instruido al embajador de Uruguay para que invite al señor Alan García a que se retire de nuestra representación diplomática". El canciller peruano Néstor Popolizio, a quien el gobierno uruguayo comunicó su decisión, confirmó que Alan García se retiró de la casa de Barros cerca de las 8:30 a.m. de ayer.
El presidente uruguayo precisó que tomó en cuenta que el líder del Partido Aprista está siendo investigado por presuntos delitos económicos, en referencia al presunto pago de USD 100,000 que le hizo la constructora Odebrecht por una conferencia que brindó en Brasil. Por su parte, el canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa explicó que el artículo 3 de la Convención de Caracas de 1954, que fue citada por Alan García en su solicitud, establece que “no es lícito” conceder asilo a personas que al tiempo de pedirlo estén siendo procesadas por delitos comunes.
Responde García
En la tarde de ayer, y luego de salir de la embajada rumbo a la casa de su hija Carla, y volver a su vivienda en Miraflores, emitió un comunicado donde da su versión. "Declaro que solicité el asilo previsto en la Constitución ante la inminencia de una orden de detención, pero cumplido este paso estaré en mi domicilio a disposición de todas las investigaciones y convocatorias que se me hagan", señaló.
"Cuando se me convoque asistiré con puntualidad como lo he venido haciendo y esperando que sean ajenas a la verdad las versiones sobre una detención arbitraria", agregó, indicando que ha concurrido ya a 49 citaciones fiscales, judiciales y del Congreso”, escribió en el pronunciamiento.
Alan García insiste en que “no existe ninguna delación, prueba o depósito que me vincule a ningún hecho delictivo y mucho menos con la empresa Odebrecht o la realización de alguna de sus obras. Agradezco profundamente al embajador Barros y a su señora esposa la hospitalidad brindada y deploro cualquier molestia ocasionada".
El comunicado del líder aprista fue leído por su secretario, Ricardo Pineda, quien leyó el comunicado en las afueras de la vivienda de Alan García.