30/11/2022 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
Luego de la exitosa operación de rescate de la empresaria trujillana Nilda Arrascue, el equipo especial de la Policía Nacional emprendió la ubicación de uno de los más sanguinarios integrantes de la organización criminal “Los Pulpos” y, fue así que se trasladaron hasta la capital para detener al responsable de torturar y mutilar a las víctimas de secuestro para obligar a los familiares a pagar los millonarios rescates.
El último detenido en el caso de los secuestradores de Trujillo, es Rodolfo Agustín Ventura Asto, 'El carnicero' o 'El Chofo', quien fue recientemente detenido en un hotel de Villa María del Triunfo, en Lima, durante el operativo a través del cual se logró el rescate de Nilda Arrascue Espinoza, dueña de la cadena de “Tiendas Tía”, por quien los hampones pedían un millón de soles para liberarla.
El verdugo
Según informan fuentes policiales, Rodolfo Agustín Ventura Asto, eral el responsable de cercenar las orejas y los dedos, así como quemar las manos y causar todo tipo de daño físico a los secuestrados por la organización criminal “Los Pulpos”.
Según indagaciones, este sujeto que ahora se encuentra detenido en Trujillo, habría sido el responsable de mutilar con un alicate parte de la oreja de Alam Ríos Guevara, hijo de la regidora de El Porvenir y empresaria avícola Sandra Guevara Villalobos, quien además también durante el secuestro de su hijo era candidata a la alcaldía del distrito El Porvenir. Por la liberación de joven, los hampones pedían la suma de 300 mil dólares.
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Al momento de su detención en Lima, Rodolfo Agustín Ventura Asto, 'El carnicero' o 'El Chofo', negó tener vínculo alguno con el cabecilla de “Los Pulpos”, Jhosson Smith Cruz Torres, sin embargo, los teléfonos incautados durante su detención demostrarían lo contrario.
Videos de terror
De acuerdo a investigaciones y testimonios de familiares secuestrados, la organización criminal grababa videos de como cercenaban orejas, dedos y torturaban a sus víctimas, posteriormente enviaban esas terroríficas imágenes a los familiares con la intención de “quebrarlos” y así conseguir que “paguen más rápido” por los rescates.
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