25/01/2019 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
En una historia que parece sacada de los pasajes de la novela Oliver Twist, once menores que vivían en condiciones inhumanas y eran sometidos a una serie de maltratos fueron rescatados de un albergue ubicado en el asentamiento humano Mariscal Cáceres, en San Juan de Lurigancho. Sus padres pensaban que estaban bien, pero todo era mentira.
Encerrados con candado y durmiendo en cuartos estrechos, sucios y repletos de cucarachas, así hallaron a los adolescentes representantes de la Defensoría del Pueblo y la fiscal de Familia, Cristina Gómez. Las denuncias de los vecinos alertaron a las autoridades sobre el manejo irregular que tenía la casa hogar Imanol.
Los golpeaban y humillaban
Los menores que vivían hacinados en el predio revelaron que eran víctimas de maltratos perpetrados por los trabajadores de la mencionada casa. “Nos pegan, incluso nos enmarrocan y agarran a palos. Nos dan de comer pan con gusano”, relató uno de ellos. La fiscal constató que parte de los rescatados tenían cicatrices o lesiones en el cuerpo.
También se veían obligados a hacer sus necesidades en baldes y, en el colmo de la situación, compartían ambientes con adultos que tenían problemas de adicción. Ante ese panorama de terror, efectivos de la Policía trasladaron a los jóvenes a la comisaría de la Huayrona y notificaron a sus padres de lo sucedido.
Mimp en la mira
Se supo que los progenitores pagaban de entre 300 y 400 soles para internar a sus hijos, como parte de un programa de rehabilitación que, supuestamente, era avalado por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp). Algunos de los menores incluso aseguraron que fueron derivados a la casa hogar por orden del citado portafolio.
“Eran enviados por la unidad de Protección Especial del Ministerio de la Mujer”, precisó la fiscal Cristina Gómez. Según dijo, el centro carecía de constancia de acreditación, licencia de funcionamiento y no había pasado por inspecciones. Pese a todas esas falencias, seguía recibiendo a niños y adolescentes.
Anuncian investigación
Cecilia Esther Aldave Ruiz, viceministra de Poblaciones Vulnerables del Mimp, fue enfática en aclarar que los once menores encontrados no fueron enviados por la institución, sino por sus padres. Al respecto, informó que en diciembre detectaron el envío irregular de niños y adolescentes al centro por parte de la Unidad de Protección Especial.
Alertados por una serie de deficiencias del lugar, procedieron a prohibir el ingreso de otros menores al centro, así como el retiro de los que ya estaban allí. “En diciembre han debido de retirar a todos los adolescentes”, sostuvo. Por último, anunció que el ministerio iniciará una investigación para detectar a los responsables del traslado irregular. “Veremos que las sanciones se apliquen de la mejor manera”, anotó.
Exigen sanción
“A mi hijo lo han tenido arrodillado, no lo dejaban dormir”, relató una mujer. En tanto, otro padre dijo que ingresó a su pequeño por un problema de adicción, pero nunca imaginó que era víctima de abusos. Ambos lamentaron la confianza otorgada al director del centro, Giancarlo Araníbar Moreno. El sujeto permanece como no habido.
LA MUNICIPALIDAD CLAUSURA CENTRO
La Municipalidad de San Juan de Lurigancho ejecutó la clausura temporal del albergue que funcionaba de forma ilegal. Como se recuerda, la Defensoría del Pueblo había solicitado esa medida tras el hallazgo de niños, adolescentes y adultos en precarias condiciones. “Centro no cuenta con licencia de funcionamiento ni con la autorización del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ni del Ministerio de Salud”, precisaron.
