03/08/2021 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
La Municipalidad de Trujillo, conmemoró los 42 años del fallecimiento de Víctor Raúl Haya de la Torre, quien fuese uno de los políticos más prolíficos del Perú en el siglo XX. La sesión solemne estuvo presidida por el alcalde José Ruiz Vega, quien recordó su legado por la democracia y la justicia social para el país.
“Como todo ser predestinado para brillar por generaciones, el Hijo Predilecto de Trujillo hizo una prolífica carrera política y filosófica, dejando las bases para luchar una verdadera justicia social para las mayorías, para aquellos que no han tenido aún la bendición de haber crecido con un pan bajo el brazo (...) Que sea honrada siempre su memoria”, expresó la autoridad edil.
Estuvieron presentes los regidores del partido aprista, fundado por Haya de la Torre a inicios del siglo pasado, donde también recordaron las proclamas de libertad, democracia y el derecho de los peruanos a exigir sus derechos, mientras existe aún la exclusión social en zonas apartadas del país y la región, más aún en un estado de pandemia del coronavirus.
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Ruiz Vega, en este contexto, recordó el trabajo conjunto que realizó con muchos dirigentes y autoridades de dicha agrupación, cuando era alcalde del distrito de Huanchaco. Al término de la ceremonia, se ofrendó un arreglo floral en la tumba del líder indoamericano, en el Cementerio General de Miraflores.
Víctor Raúl nació en nuestra ciudad en 1895, estudiando en el Colegio Seminario San Carlos y San Marcelo, luego en la Universidad Nacional de Trujillo (Facultad de Letras) y la carrera de Derecho en la Universidad Mayor de San Marcos. Filósofo y activista político, se mantuvo en el exilio por la persecución del exdictador Sánchez Cerro y desterrado por su antecesor Augusto B. Leguía.
Dato
Cabe recordar que, un dos de agosto de 1979, falleció Haya de la Torre, luego de haber presidido la Asamblea Constituyente que aprobó la constitución de aquel año. Sus restos mortales descansan en Trujillo, con el epitafio “Aquí yace la luz”.
