OPINIÓN|Martín Belaunde: Alan después del fracasado asilo
El expresidente Alan García Pérez ha vuelto a sus fueros nacionales después de que el Uruguay rechazó su pedido de asilo. El sondeo a Costa Rica para asilarse es una anécdota histórica sin trascendencia jurídica. Alan García Pérez hoy se encuentra en su domicilio limeño esperando ser citado por el Ministerio Público, para las investigaciones abiertas en relación con diversos hechos de presunta corrupción ocurridos durante su gobierno. Frente a esa situación solo le queda ofrecer su verdad y ejercer su derecho de defensa. Por lo demás cuenta con un cuerpo de asesores legales muy bien preparados en la materia, tal como lo hemos visto con las apariciones televisivas de su secretario Ricardo Pinedo.
¿De qué se acusa a Alan García? Hasta este momento no hay una acusación específica de actos de corrupción. Que después surjan muchas depende fundamentalmente de las revelaciones que puedan venir del Brasil, así como del testimonio de algunos funcionarios de su gobierno en relación con los sobornos y otros pagos recibidos. Lo que sabemos por informes del Departamento de Justicia de los Estados Unidos es que Odebrecht desembolsó coimas por USD 29 millones relacionadas con la Interoceánica del Sur. El principal beneficiario de esos sobornos es el expresidente Toledo por el testimonio de varias personas, entre ellas Maiman. Alan García estaría fuera de esa historia salvo que surjan nuevas pruebas que hoy se desconocen.
¿Dónde estaría dirigida la investigación contra él? Tendría que serlo respecto de los USD 25 millones de sobornos pagados por Odebrecht, según testimonio de sus ejecutivos en el Brasil, para la construcción del Tren Eléctrico. Al momento de escribir esta columna todavía no aparece una evidencia específica que lo incrimine, pero quizás habría alguna más adelante. Nos encontramos, por consiguiente, frente a una especulación que podría o no confirmarse en el futuro.
Hasta ahora la evidencia concreta contra Alan García son los honorarios percibidos y declarados por dictar conferencias después que dejó de ser presidente. Gorriti afirma que cuando recibió en el 2012 un honorario de USD 100,000 por una conferencia en Sao Paulo, ese pago se originó de la caja 2 de Odebrecht y que el estudio del abogado Spinola fue solo una pantalla. Puede ser pero eso no prueba que Alan García en el año 2012 sabía que dicho pago tenía ese origen. Eso tendrá que demostrarse después, si en efecto se logra probar.