OPINIÓN| Víctor López: Venezuela volcán
El corrupto y criminal régimen comunista totalitario que perpetra la Patria de Bolívar trae consecuencias negativas y desfavorables tanto para su país y su gente; como para los países vecinos, la región y el mundo.Está debidamente comprobado el fracaso absoluto del modelo comunista aplicado desde hace 20 años por Chávez y continuado por Maduro, en todos los planos de la economía, la sociedad y la política. Todo el mundo sabe que esas políticas estatistas y socialistas solo han traído consigo el desastre económico, la miseria social y el derrumbe político. Solo los rojos y caviares del país y el mundo siguen defendiendo ese sistema oprobioso por razones ideológicas o por intereses económicos personales, grupales o partidarios al haber recibido beneficios del denominado "socialismo del Siglo XXI".
La barbarie comunista ha destruido la producción, empleo, ingreso y consumo. Le gente se muere de hambre. No hay medicinas. Hay represión salvaje, con presos políticos y crímenes a los opositores. Controlan las instituciones públicas y los medios de comunicación. Manejan las fuerzas armadas, policiales y paramilitares. Está comprobada la vinculación directa con el narcotráfico. Y por supuesto que es el gobierno más corrupto de toda la historia venezolana.
La inmensa mayoría de la población está en contra de la dictadura, pero hasta ahora no la puede derrotar ni por la vía electoral (pues los comunistas manejan todos los mecanismos comiciales) ni por la vía popular de las huelgas y las luchas callejeras (pues hacen una represión brutal). El problema principal es la debilidad y pobreza organizacional de la oposición demasiado dividida y mediocre. Solo quedaría la ruptura interna del régimen militar y que un sector logre derrocar a la cúpula y abrir el país a la libertad y la democracia, como ha ocurrido en otros países. Pero tampoco ha sido posible porque el totalitarismo rojo con el apoyo de los militares, policías y espías cubanos ha logrado detectar, detener y develar los intentos insurreccionales internos.
Solo queda la alternativa de la intervención humanitaria multinacional de los países democráticos vecinos con el apoyo militante de algunos gobiernos occidentales para detener el genocidio que viene haciendo el totalitarismo comunista de Maduro ante la pasividad de los países vecinos y demás naciones del mundo. También somos parte del problema y de la solución, pues estamos “sufriendo” las consecuencias del criminal y corrupto régimen en tanto que hemos recibido a cientos de miles de hermanos llaneros que han tenido que huir del hambre y la represión. Sin embargo, por decir esto y más, la izquierda del Frente Amplio de Uruguay acaba de separar de sus filas al embajador Almagro, secretario general de la OEA, decidido luchador contra el genocidio rojo.