OPINIÓN| Víctor López: Cargamontones y apologías masivas
Utilizo una frase de Hildebrandt en una reciente entrevista, donde dice que "huye sobre todo de eso". Por cierto, que depende de qué se quiere "escapar". En mi caso de la política y de la información y del análisis político. Sin embargo, no hay forma de hacerlo si de medios de comunicación se trata. A menos que no se acceda. Porque cualquiera que sea, es un cargamontón de opiniones de periodistas caviares y rojos en contra de todo aquello que sea aprismo y fujimorismo o que se les parezca. Y al mismo tiempo una apología de todo aquello que sea o parezca discrepante, contrario o antagónico a los seguidores de la estrella o la naranja. Desde esta perspectiva es bueno, favorable y positivo todo aquello que se refiera a criticar las acciones y posiciones de unos. Y, a la inversa, es malo, desfavorable y negativo todo lo que signifique hablar bien de sus enemigos históricos e histéricos.
Sobran los ejemplos en una diversidad de temas. En el caso de la gobernabilidad todo son loas y reconocimientos al Presidente, porque ha logrado con el apoyo decidido de dichos medios y periodistas (entre otros), poner contra la pared y -hasta- de rodillas al Congreso y a los congresistas sobre todo con la no reelección aprobada mayoritariamente en el reciente referéndum; que terminó siendo más bien un plebiscito en favor de Vizcarra. Se obvia que no se aprobó la bicameralidad, que sí es una reforma política fundamental (incluso la madre de todas según el flamante coordinador de la comisión nombrada para el efecto). Sin embargo, no dicen nada o dicen poco o apenas tocan el hecho de que la gestión pública que viene haciendo el Ejecutivo (con un Gabinete de "viceministros") es bastante mediocre medido en términos de resultados en todo orden de cosas. Apenas se ha invertido entre un tercio y la mitad de los recursos disponibles. La reconstrucción del norte parece una burla. El crecimiento de la economía ha sido leve. Las inversiones públicas han estado ausentes. Se ha reducido el empleo. Se ha despedido a miles de trabajadores. La pobreza ha crecido. Y más.
Es también el caso de la judicialización de la política o la politización de la judicatura, donde todo son loas a los fiscales y jueces que tienen a su cargo el caso Odebrecht y partidos políticos, que aparecen como los nuevos héroes del país, porque hasta ahora han logrado encarcelar a Keiko y a sus asesores y con impedimento de salida a García. También se obvia que existe un sesgo antifujimorista y antiaprista; puesto que no se dice nada, o poco, de Toledo, Humala, Nadine; menos aún de PPK y de Villarán.