10/12/2018 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
ALAN NO ES EL APRA. En algún momento, al inicio de su carrera pretendió serlo. Poco a poco fue alejándose de la teoría y práctica del aprismo. Cambió símbolos y lemas. Con él ingresaron al partido y a sus gobiernos enemigos de Haya y del Aprismo. Sus planteamientos revisionistas y su gestión gubernamental no expresaron a cabalidad al aprismo revolucionario. Sus ideas y sus gobiernos están lejos de las posiciones medulares y no hizo los cambios estructurales que son la razón de ser del Aprismo y por los cuales combatieron y dieron la vida miles de militantes. Desde hace 35 años viene manejando y mangoneando al partido de acuerdo a sus intereses y ambiciones personales. Aun cuando su poder es decreciente; al punto que apenas representa solo un pequeño segmento de la organización reducido a quienes participaron siempre de la conducción y del gobierno.
EL APRA NO ES ALAN. Es historia, tradición y leyenda generada por la lucha heroica de miles de apristas que se enfrentaron a las dictaduras y tiranías que asolaron al país durante décadas del Siglo XX. A ellos les debemos lo que somos. Y por eso, nos sentimos orgullosos de ser militantes. Es ideología de transformación revolucionaria de la economía, la sociedad y la política. Es política de izquierda democrática. Es una propuesta programática de identidad y compromiso con las inmensas mayorías del campo y la ciudad. Es una organización de frente único de clases. Es conducción eficiente y transparente. Y Alan está bastante lejos de estos postulados como lo ha demostrado como conductor del partido y del país. Peor aún, ha buscado siempre opacar (sin lograrlo) a Haya y desapristizar al partido.
HAYA SÍ ES EL APRA. Porque él lo fundó, lo organizó y lo mantuvo vigente contra " viento y marea" de los enemigos internos y externos del Aprismo. Él entregó su vida y su obra al partido. Desde muy joven estuvo preso y desterrado por sus ideas y acciones combativas por las causas más nobles del pueblo. Y cuando se asiló, lo hizo solo porque era perseguido por un régimen dictatorial que quería matarlo. Solo vivió para hacer aprismo entendido como el instrumento principal para hacer los cambios favorables y positivos que el país y el pueblo esperaban. Estuvo en todo momento con las bases del Aprismo. Convirtió al partido en una escuela, pues se dedicó a formar a miles de jóvenes estudiantes, universitarios y trabajadores. Formó cuadros de altísimo nivel político. Por eso tuvo discípulos. Hizo una lectura lúcida y coherente de la realidad mundial, regional y nacional que le permitió poner a tono con los tiempos y acorde con los cambios los principios fundamentales. De allí que las tesis centrales del Aprismo siguen vigentes. En vida, el partido oscilaba entre la mitad y el tercio del electorado. Con Alan apenas hemos llegado al 5%.