05/12/2018 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
Una notable mayoría de ciudadanos piensa que lo mejor que podría ocurrir en el Perú es el cierre del Congreso.La verdad es que esta medida, por sí misma, no resolvería ningún problema si es que no es precedida por una reforma del sistema de partidos políticos que permita democratizar los existentes y abra la posibilidad de que surjan nuevos. De lo contrario, nos veremos obligados a escoger entre los mismos y, peor aún, a que las cúpulas de siempre decidan ponernos, otra vez, el menú que tanto nos desagrada.Pero el sentimiento de repudio crece cuando ocurre lo que ya parece ser agenda obligada del Parlamento.A falta de una vergüenza esta semana el Congreso nos ha regalado tres.Pretenden, para empezar, que la decisión sobre si levantar o no la inmunidad parlamentaria al congresista Edwin Donayre se postergue hasta marzo de 2019.Donayre ha sido sentenciado a 5 años y medio de prisión efectiva, luego de que la justicia lo encontrara culpable del robo de gasolina al Ejército Peruano. La sentencia ha llegado después de prolongados retrasos y al final de una investigación que empezó hace casi 12 años en Inspectoría del Ejército, siguió en Contraloría y terminó en el Ministerio Público que lo denunció ante el Poder Judicial, donde fue hallado culpable y sentenciado.
Si fuera cualquier ciudadano estaría preso cumpliendo condena, pero su condición de parlamentario lo protege de la acción de la justicia. Donayre es un ciudadano vip. Él está por encima de los peruanos de a pie. Que vaya preso no depende de las pruebas que obren en el expediente, sino de los cubileteos políticos, de las alianzas por debajo de la mesa, del dame que te doy de los enjugues parlamentarios.A esto se ha sumado la revelación de que Daniel Salaverry, el presidente del Congreso, reportó información falsa de sus actividades en la semana de representación.Pero el colmo ha sido lo de Moisés Mamani. Luego de una acuciosa investigación, donde por supuesto estaban más preocupados por una grosera versión del “debido proceso” que de la afectación a la víctima, Mamani fue encontrado responsable de haberle metido la mano a una aeromoza.Con el agravante, por si fuera poco, de que el congresista de Fuerza Popular mintió sobre los hechos, tratando de encubrir su responsabilidad en tan bochornoso incidente.Pero lo escandaloso del caso es que el castigo que proponen imponer al congresista faltoso es una suspensión por 120 días de sus funciones. Más o menos, un severo tas tas.El mensaje contenido en esta propuesta es indignante. Mamani no debería seguir siendo parte del Congreso un día más, y hace rato debió ser expectorado de su escaño.
Los peruanos estamos luchando en contra de la violencia y el irrespeto a las mujeres... pero eso es algo que parece no haber sido entendido por la mayoría del Congreso.Imponerle 120 días de suspensión a Moisés Mamani, es una falta de respeto para las mujeres.En todos los casos una cosa es clara. La inmunidad parlamentaria no puede seguir siendo usada como escudo para protegerse de la justicia por la comisión de delitos comunes.Eso es lo que ocurre ahora y no debería seguir ocurriendo.Este tema debió ser llevado a voto en el referéndum, pero, lamentablemente, y como muchos otros urgentes, no está.