OPINIÓN| Nicolás Lúcar: La venganza del mudo
Los estudios de América Televisión en Pachacámac son como las joyas de la corona del Grupo El Comercio, son su orgullo.Sobre 50 mil metros cuadrados se han construido estudios y oficinas desde las que ya se realizan la mayor parte de las Producciones del más importante canal de televisión abierta del país. El plan es que toda la producción de la televisora se traslade a los impresionantes espacios del distrito del sur de Lima. Aunque deberíamos decir era el plan, porque en la última semana ocurrió algo que podría traer por tierra sus deseos.
Resulta que los estudios están instalados sobre terrenos cuya zonificación es denominada Casa Huertas (CH2) que permite actividades agropecuarias intensivas, viviendas de campo, viviendas rurales nucleadas, servicios turísticos-recreativos, servicios complementarios, casas huerta, viveros, servicios de apoyo a las actividades agropecuarias y recreación de campo. Punto. ¿Ya se dieron cuenta? Por ninguna parte aparece la posibilidad de que sobre estos terrenos puedan levantarse estudios y construcciones para televisión.
Es más, la reglamentación establece literalmente una serie de regulaciones de uso de esta zona que comienzan por:“...preservar y promover como tipología predominante las casas huerta preferentemente manteniendo su finalidad agropecuaria intensiva, admitiéndose solo uso asociados de vivienda y servicios turístico-recreativos”. Entonces, ¿cómo así se construyó aquí estudios de televisión? La respuesta la debe dar el alcalde saliente de Pachacámac que autorizó la construcción y funcionamiento “provisional” de estas instalaciones, contraviniendo lo que estrictamente impedía la zonificación.Lo normal y lo legal es que antes de empezar una construcción se debe contar con las autorizaciones pertinentes basadas en las leyes y reglamentos de uso urbano.
Nadie puede levantar, por ejemplo, un edificio o una fábrica en una zona exclusiva de uso agrícola. Claro, siempre y cuando no sea usted parte del más grande conglomerado mediático del país que más o menos pone presidentes, contralores y fiscales de la Nación.Lo cierto es que la obra se hizo irregularmente “con cargo” a que esa irregularidad sea superada con un cambio de zonificación posterior.El problema para el Grupo El Comercio es que ese cambio no ocurrió.La Municipalidad de Pachacámac presentó en noviembre del 2014 ante la Municipalidad de Lima, la autoridad competente, una solicitud de cambio de zonificación de Casa Huerta (CH2) a Industria Elemental (IE), por ser de “interés local” y a solicitud de Compañía Peruana de Radiodifusión S.A.
El requerimiento pasó a manos de la Comisión Metropolitana de Desarrollo Urbano, la que denegó la solicitud el 26 de noviembre de este año.El dictamen de la Comisión fue sometido a votación en la sesión del Consejo Municipal de Lima y aprobado el 13 de diciembre. Ayer, tras haberse cumplido el plazo de ley para la reconsideración, que aparentemente nadie solicitó, fue publicada en el diario oficial El Peruano la Ordenanza correspondiente.En conclusión, los modernos estudios de América TV deben ser clausurados por la Municipalidad de Pachacámac y sus instalaciones demolidas.
Es probable que los abogados de la televisora digan, y tal vez no les falte razón, que en esta decisión hay un carga política y que esta es una especie de venganza del saliente alcalde Luis Castañeda Lossio. Es probable también que presenten una de esas medidas cautelares que tanto le critican a otros y que tengan todas las esperanzas puestas en que Jorge Muñoz modifique esta ordenanza.Pero algo es innegable, los estudios fueron construidos y puestos en funcionamiento sin cumplir con los requisitos que la ley establece, y nadie, sea quien sea, debería estar por encima de la ley ni tener estos privilegios.