OPINIÓN| Nicolás Lúcar: El gran asalto del Metro

Mientras revisaba las declaraciones de Martin Vizcarra anunciando el reinicio de las obras de la Línea 2 del Metro de Lima, me llegó una noticia de México.El presidente Andrés Manuel López Obrador, AMLO para los mexicanos, daba inicio simbólico en Chiapas al proyecto de construcción del Tren Maya. El plan contempla la construcción de 1,500 kilómetros de vías, demorará 4 años y tendrá un costo de 7,400 millones de dólares. Eso significa que el precio de la obra terminada será de menos de 5 millones de dólares por kilómetro. Pueden ir tomando nota.

Busqué entonces un dato que me había llamado la atención hace algunas semanas, sobre el tren al que orgullosamente los chinos llaman “Camino al Cielo”, y que une Qinghai y el Tíbet y recorre 1,142 kilómetros. No es la distancia lo que sobresale de esta obra, sino el hecho de que la altura promedio sobre la que marcha este tren es de 4,300 metros sobre el nivel del mar. Tiene en su recorrido 675 puentes, todos los vagones tienen acceso a oxígeno en el caso que los pasajeros lo requieran por la altura y están sellados para protegerlos del clima exterior. Pero lo que más me sorprendió fue que esta magnífica obra de la ingeniería humana costó 4,200 millones de dólares, es decir menos de 4 millones de dólares por kilómetro. Apunten esa cifra.Revise entonces mis archivos de Metros y Trenes urbanos.La línea 7 del Metro casi todo subterráneo de Santiago se calcula costará 100 millones de dólares por kilómetro y eso ha generado controversia porque las líneas 3 y 6 de ese mismo Metro, costaron en promedio 20 millones de dólares menos por kilómetro.

Les doy todos estos números para que se hagan una idea de lo que estamos hablando cuando nos referimos al vergonzoso escándalo del costo de la Línea 2 del Metro.Para empezar, en comparación con lo que nos costó la ya sobrevalorada Línea 1. Según Jorge Baca Campodónico de Maximise, el costo total de los dos tramos y 34 kilómetros de esta obra fue de 2,100 millones de dólares. Es decir 62 millones de dólares por kilómetro. Apunten.Cuando había que hacer la Línea 2 a alguien se le ocurrió que necesitábamos un tren subterráneo y cuya tecnología no se haya usado en ninguna parte. Algo así como “busquemos lo más caro, para que todos muerdan”. Total gobernar el Perú era una fiesta.Según el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, para fines del año 2014 el costo de esta obra ya había alcanzado los 5,658 millones de dólares. Es decir, que el costo se calculaba en 161.7 millones de dólares por kilómetro (si le sumamos a los 27 originales, los 8 kilómetros hasta el aeropuerto). Tal cual, más del doble de lo que costó en Chile, Ecuador y Colombia y tres veces más de lo que costó la Línea 1.

Parece broma pero no lo es, en los últimos 4 años ese costo ha seguido creciendo. Según voceros de Proinversión el costo final de la obra será de 6,620 millones dólares, ¡casi 200 millones de dólares por kilómetro! ¡Más que el nuevo Canal de Panamá! Como si aquí nos sobrara la plata.Con 6 mil millones de dólares no solo se podía hacer una línea 2 del Metro, sino que se podría hacer también la línea 3 y hasta la 4. Se pudo haber planeado un proyecto razonable que no tenía que ser subterráneo y que, por ejemplo, use las vías existentes de ese tren que sale del Callao y va a la Sierra Central y que está utilizado en menos del 10% de su capacidad instalada.Con ese mismo dinero se hubiera podido resolver muchos problemas urgentes del país. Pero para eso hubiéramos necesitado gente decente en el gobierno.Enfrentamos una situación absurda, seguir con una obra que todos sabemos nos cuesta demasiado.Está claro que todos los que pagaron y cobraron para que esto ocurriera deben recibir castigo. Pero eso no basta.

La pregunta que me hago y debería hacerse el presidente Vizcarra es si no podemos replantear la Línea 2 del Metro de Lima para bajar sus costos a los razonables.¿Por qué estamos obligados a asumir como nuestros compromisos adquiridos por funcionarios corruptos con empresarios corruptores?¿Por qué no podemos convocar a nuestros ingenieros y técnicos para que nos propongan que solución darle a esta situación?¿Por qué no tenemos derecho, hacernos siquiera estas preguntas?