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OPINIÓN| Manuel Rosas: Los fiscales no están locos

Me queda claro. No están locos, al revés, están súper cuerdos.
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17-12-2018

Me queda claro. No están locos, al revés, están súper cuerdos. Como todo el mundo sabe una característica del sistema de justicia de este país es su enajenación absoluta. Han creado un mundo paralelo. Viven en medio de una realidad que la arman y desarman cuando quieren. Cambian realidades cuando quieren y como quieren. Han inventado eso de la verdad jurídica para contraponer la verdad real y casi siempre esa jurídica anda recontra disparatada. Fiscales como José Domingo Pérez, Rafael Vela, Juan Carrasco, Sandra Castro o Rocío Sánchez tienen una característica común: valentía para enfrentar un sistema podrido desde sus entrañas. No debe ser fácil señalar con firmeza que el fiscal de la Nación está implicado de alguna manera en la red criminal denominada 'Cuellos Blancos del Puerto', esa banda destructora de la justicia en el puerto que buscaba ramificarse a Lima y todo el Perú. Dos mujeres fiscales lo hicieron. Sin miedo. Sin ambages. Sin mayores aspavientos. Con la sobriedad de la inteligencia. Con la tranquilidad de la razón. Con el sosiego de quien no tiene otro interés que llegar a la verdad. Sí, a la verdad.

Ese, aunque parezca tan extraño, es el fin de los operadores de justicia. Nadie alcanza justicia sin antes reconstruir los hechos de la manera más fiel. Sin duda debe ser bien duro señalar que varios congresistas andan en la danza de las obras mal habidas. De los favores. De los diezmos. De los intercambios. No debe ser fácil hacer un informe a partir de dichos por testigos protegidos o aspirantes a colaboradores implicando a Héctor Becerril. Nadie menos: Becerril. Ese chirriante ruido que adorna Parlamento y medios todos los días. O a Mercedes Aráoz, flamante única vicepresidenta del Perú, connotada representante del oficialismo en el Congreso. O Carlos Bruce, exministro en varias carteras y vocero de facto de lo que queda del ppkausismo. Juan Carrasco, fiscal de Chiclayo, lo hizo. Firme y valiente. Fuerte y consecuente. Añadió a la lista a Javier Velásquez Quesquén y Marisol Espinoza. El aprista tiene, entre todos, muchas más cosas por esclarecer.

No debe ser placentero acusar a la representante del partido más poderoso del país como cabecilla de una banda criminal, pedir prisión preliminar, preventiva y conseguir ponerla en cárcel por más de un mes. Domingo Pérez lo hizo. Elocuente en su acusación. Coherente en su informe logró convencer a Concepción Carhuancho para tomar esa dura decisión. En fin. No hay que estar loco para hacer eso. Hay que estar cuerdo para enfrentar 18 procesos disciplinarios buscando botarte del Ministerio Público como ocurre con Pérez. Sin embargo, la valentía y cordura no bastan en este proceso. Esperamos además capacidad de prueba. Rigurosidad en las evidencias. Contundencia en la demostración. Es lo que esperamos prontamente. Por hoy tienen abrumador respaldo de este pueblo cansado de injusticias.

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