03/03/2020 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
Anne O. Krueger, execonomista principal del Banco Mundial y exsubdirectora del Fondo Monetario Internacional, refiere que te imagines una pequeña ciudad rural con una tienda general que vende y compra a los agricultores que viven en los alrededores y los granjeros deben a la tienda una gran cantidad de dinero.
Organizan una protesta para exigir que la tienda aumente sus precios en semillas, fertilizantes y similares, al tiempo que reducen el precio que pagarán por los granos de los agricultores.
Obviamente, el escenario es absurdo.
En este ejemplo sin sentido, la administración de Donald Trump representa a los agricultores.
Al acusar a China de "manipulación de divisas", la administración está exigiendo que los chinos aprecien su moneda, para que cada renminbi cueste más en dólares.
Al reducir el poder adquisitivo de sus monedas, pueden hacer que sus exportaciones cuesten menos a los compradores extranjeros, al tiempo que hacen que las importaciones sean más costosas para los nacionales.
Hay una ley de por medio para analizar ello y el Congreso de EE.UU. ha establecido criterios para determinar si se ha producido la manipulación.
El país infractor debe tener un superávit por cuenta corriente superior al 3% del PBI; haber intervenido en el mercado de divisas para hacer su moneda más barata; y un superávit bilateral con los Estados Unidos superior a los USD 20,000 millones.
Ello no se ha dado.
Pero, la administración Trump tiene una nueva herramienta con la que golpear.
El Departamento de Comercio, emitió una norma que permite gravámenes adicionales a las importaciones procedentes de países considerados manipuladores de divisas.
No hay ningún proceso legal que el departamento debe seguir al determinar si se ha producido "manipulación".
Krueger señala que los EE.UU. siempre han sido respetuosos de la competencia. Aduce que es desconcertante que esto suceda.
Una constatación de "manipulación de divisas" nunca ha estado entre los criterios pertinentes, ante la Organización Mundial de Comercio.
Esta decisión unilateral de la administración Trump se impugnará en los tribunales y en la OMC.
Trump, asimismo, se ha quejado de que Argentina y Brasil, están manipulando sus monedas, a pesar de que la depreciación del tipo de cambio de esos países es obviamente una respuesta a la alta inflación. Ello, recomendado por el mismo FMI.
Y encima Trump quiere que la FED baje la tasa de interés, para que el dólar se deprecie.
Krueger sentencia: “Estados Unidos es libre de manipular su moneda, siempre y cuando nadie más lo haga”.
