OPINIÓN|Nicolás Lúcar: Un ejercicio de política ficción
Supongamos que el juez Richard Concepción Carhuancho acepta el pedido de prisión preventiva de Jaime Yoshiyama, Pier Figari, Ana Vega, Vicente Silva y compañía.Supongamos que el Congreso decide rechazar la denuncia constitucional contra Pedro Gonzalo Chávarry.Supongamos que José Domingo Pérez solicita prisión preventiva contra Mark Vito.
Supongamos que la fiscalía abre investigación sobre la transferencia de la propiedad de América Televisión durante el gobierno de Toledo.Supongamos que la Comisión de Ética del Colegio de Abogados de Lima decide inhabilitar a Chávarry, como han pedido Jorge Bracamonte y otros connotados miembros de la izquierda peruana.Supongamos que Chávarry apela y la aplicación de la inhabilitación se postergaSupongamos que José Domingo Pérez solicita a través de Chávarry que se denuncie a Alan García por financiamiento ilegal de campaña.
Supongamos que el Equipo Especial del Caso Lava Jato, de Rafael Vela, solicita y el juez Concepción Carhuancho acepta la prisión preventiva contra José Graña, Susana Villarán, Luis Castañeda Lossio, Nadine Heredia, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Alan García por el caso Lava Jato.Supongamos que la propuesta de Martín Vizcarra de tres SÍ y un NO barre en la votación del referéndum.Supongamos que el Congreso denuncia constitucionalmente a Bruno Giuffra, Alfredo Thorne, Meche Aráoz, Carlos Bruce y PPK.
Supongamos que el Presidente, empoderado por el referéndum, propone al Congreso la reorganización del Ministerio Público y hace cuestión de confianza de este tema.Supongamos que el Congreso, por mayoría, rechaza el voto de confianza, y se inmola.Supongamos que Vizcarra disuelve el Congreso y convoca a elecciones adelantadas del Parlamento.
Supongamos que la Fiscalía con Chávarry, que no sé cómo llegó hasta acá, incluye al Presidente en el caso Chinchero y lo denuncia constitucionalmente ante la Comisión Permanente del Congreso, que ocupa las funciones del Parlamento mientras se procesan las elecciones.Supongamos que la apelación de Chávarry pierde en el Colegio de Abogados y es finalmente inhabilitado.Supongamos que Chávarry, antes de irse, destituye a José Domingo Pérez.
Supongamos que Antauro Humala es liberado por una resolución judicial que le otorga beneficios penitenciarios y empieza su campaña electoral.Supongamos que Phillip Butters lanza su candidatura a la Presidencia como el Bolsonaro peruano.Supongamos que Julio Guzmán se convierte en la esperanza de los empresarios que hasta hacía poco lo aborrecían.Supongamos que Sendero Luminoso decide reiniciar la lucha armada y el Movadef se deschava y amenaza con tomar el poder.
Supongamos que hacemos algo para que el país no termine de irse a la mierda.Supongamos que se encuentra una salida razonable a la crisis del Ministerio Público basado en que se garantice que no habrá impunidad para los corruptos ni sesgo político en los procesos.Supongamos que cambiamos las reglas de juego, reinscribimos a todos los partidos existentes y permitimos que surjan nuevos.Supongamos que nos armamos de coraje y aceptamos que hay que replantear el modelo implantado en el Perú por Fujimori desde el “que Dios nos ayude”.Supongamos que nos ocupamos de lo que le preocupa a la gente y discutimos cómo vamos a rescatar la educación, la salud, la seguridad, el empleo y el derecho al agua potable y al bienestar de todos los peruanos.
Supongamos que la gente decente se anima y decide de una vez meterse en política para que las cosas cambien.