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No queremos una Constitución chavista, sino una que se ajuste a los parámetros del siglo 21, asegura constituyente chileno

Mauricio Daza remarcó que la actual Constitución, elaborada en el gobierno de Pinochet, ha generado brechas sociales en la salud y la educación.
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05-07-2021

El constituyente electo por la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, Mauricio Daza Carrasco, aseguró este lunes que la Convención Constituyente, instalada ayer en Chile, no pretende elaborar una Constitución chavista o socialista, sino una que se ajuste a los parámetros del siglo 21.

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“Muchas de las personas que estamos en la Convención (pretendemos) normalizar la situación bajo los parámetros propios de un Estado social y democrático de derecho occidental en el siglo 21. No queremos una Constitución chavista o una que incluya un modelo de socialismo real”, refirió en 'Hablemos Claro' de Exitosa.

Daza Carrasco explicó que la Constitución elaborada durante la dictadura militar de Augusto Pinochet, ha ocasionado brechas sociales en el sistema previsional, la salud y la educación durante sus 31 años de vigencia.

En Chile se da una situación bastante única a nivel internacional. Por ejemplo, la Constitución hecha en el gobierno de Pinochet establece un conjunto de 'derechos sociales', pero - a su vez - definía que estos derechos tenían que ser provistos no por el Estado, sino por privados”, afirmó.

“Eso fue generando un sistema de una Constitución neoliberal donde todo se mercantilizó de una forma muy extrema y generó espacios para grandes industrias en el ámbito de la previsión, salud y educación. Sin embargo, esta fórmula involucró que el acceso a estos derechos sociales dependiera directamente del tamaño de la billetera de cada familia y del lugar donde se vivía”, agregó.

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En otro momento, el también abogado litigante dijo que, a través de la elección de la profesora y activista mapuche, Elisa Loncón, como presidenta de la Convención Constituyente, su país ha comenzado a saldar una “deuda histórica” con la comunidad mapuche, etnia indígena mayoritaria en Chile.

Se ha abierto la posibilidad de escaños reservados para nuestros pueblos originarios. Chile es uno de los pocos países, junto a Uruguay en Latinoamérica, que no reconoce constitucionalmente a sus pueblos originarios. Hay una deuda histórica enorme”, precisó.

Finalmente, Daza enfatizó que la instalación de la Convención Constitucional marca un hito en la historia chilena, pues es la primera vez que se elabora una Carta Magna bajo un proceso democrático.

“Lo que ha ocurrido ayer en Chile, marca nuestra historia. Es un proceso democrático que nos permitirá por primera vez tener una Constitución (que no esté) definida en situaciones de crisis. Nunca hemos tenido una Convención Constitucional electa democráticamente”, puntualizó.

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