Nicolás Lúcar: Perú promovió la migración venezolana al respaldar el bloqueo de EEUU
Tenemos un problema muy serio con la migración venezolana en el Perú. Yo he repetido hasta el cansancio que tenemos en la base un compromiso de solidaridad y de reciprocidad con el pueblo venezolano, porque más de 400 mil peruanos se fueron para allá cuando el señor Alan García y el terrorismo empujaron a millones de peruanos a irse del país. Más de 3 millones y medio de peruanos viven fuera.
¿Pero qué es lo que ha ocurrido? En el año 2016 había 8 mil venezolanos en el Perú, y dos años y medio después tenemos 800 mil venezolanos en el país, y probablemente me quede corto, porque mientras voy hablando siguen entrando. Y si bien tenemos un compromiso de solidaridad, tenemos también que ser realistas. Cómo vamos a enfrentar esta situación que supone darle a esta gente vivienda, salud, educación, transporte y sobre todo trabajo. Y está ocurriendo ya que se produce una competencia con trabajadores peruanos que son desplazados porque, lamentablemente, hay muchos empresarios que se aprovechan de que los venezolanos están dispuestos a trabajar más horas y a cobrar menos. Y además, la inmensa mayoría de ellos están altamente calificados. Entonces, eso nos está generando un problema social que ya tiene manifestaciones de conflicto en muchos lugares, a lo que se suma el problema de que dentro de los 800 mil también han venido delincuentes.
Tenemos que dar respuestas, es decir, cómo diablos vamos a resolver el problema de que en dos años y medio la población nos creció de una manera bárbara. Entonces, hay que dar una respuesta a estos problemas, se ha hablado de integrar a los profesionales más calificados como médicos y mandarlos a los lugares de provincia, donde los peruanos no quieren ir. Pero eso resolverá el problema de 30 mil o 40 mil, y tal vez exagero con esa cifra. Tenemos que encontrar una solución realista y práctica, que va a implicar invertir dinero.
Pero por el otro lado, tenemos que ir al origen del problema. Y el origen está en Venezuela, no acá. Hay una crisis muy profunda en Venezuela que lo que ha provocado que 3 millones y medio de sus habitantes salgan del país, y nosotros hemos colaborado con esa situación con nuestra política exterior, que hay que evaluarla con realismo.
Es decir, en Venezuela había una crisis económica provocada por el fallo de la estrategia económica chavista que vivieron de precios de petróleo altísimos, y gastaron esa plata como si iba a durar para siempre, y el día que se cayó el precio del petróleo, no tenían plata para nada. Ni para comprar los productos básicos, ni para medicinas.
Y se produjo la crisis económica que tuvo su manifestación política en que la oposición ganara las elecciones a la Asamblea, es decir, no se había invertido dinero en mejorar el aparato productivo ni en diversificar la producción.
Pero, ¿cuál fue la estrategia norteamericana que nosotros respaldamos? Asfixiar a Maduro, bloquearlo, pensando que de esa manera se iba a caer. ¡Pero no se cayó! Lo que ocurrió en Venezuela es que el deterioro de la vida de la gente por el fallo de la política económica de Maduro, más el bloqueo, lo que ha generado es que la situación es invivible para mucha gente ahí, y se han ido de Venezuela tres millones y medio de personas, la mayor parte jóvenes.
Entonces, es nuestra responsabilidad el haber promovido una política exterior que haya llevado esta situación. Ahora se está discutiendo el tema de si debe haber diálogo o no, lo que sí es cierto es que lo que hemos hecho hasta ahora como política exterior no ha funcionado, y se miden por los resultados. Estamos pagando las consecuencias de nuestras propias decisiones políticas en términos de orientación y estrategia internacional con respecto a la crisis en Venezuela.
¿Por qué tenemos que estar de lado de los gringos? ¿Por qué no podemos estar de lado de los mexicanos que dicen que tienen que arreglar esto con el diálogo? Y finalmente, ¿por qué una vez generada la crisis, nosotros recibimos 800 mil venezolanos y los gringos reciben 80 mil? Además les piden visa y plata, porque si no no entran. Y acá les hemos abierto la frontera, ¿por qué ese desequilibrio?