25/06/2019 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
Ayer lamentablemente falleció el ministro de Defensa, José Huerta, en ejercicio de su función y transmitimos desde acá nuestro pésame a sus familiares y amigos. Pero la muerte de José Huerta nos tiene que hacer reflexionar sobre un asunto que es sumamente grave y que afecta la vida cotidiana de la inmensa mayoría de los peruanos, que es la calamitosa situación de nuestro sistema de salud.
En todas partes del mundo moderno, cuando una persona tiene un infarto como el que según indican los médicos fue lo que le ocurrió al ministro Huerta, tiene que haber un desfibrilador, tienen que haber equipos básicos de atención, no solo en los hospitales, también en cualquier lugar donde haya concentración de público.
La pregunta es si en el hospital de Santa María de Nieva había o no había un equipo para atender una situación como esta. Y me parece que la respuesta es que no, es decir, en cuántos lugares del país se está muriendo gente que no tendría que morirse si tuviéramos el equipamiento y el personal, porque ese es el otro problema, tenemos una carencia absolutamente dramática de profesionales de la salud en la inmensa mayoría de lugares del Perú. Para curarse casi cualquier cosa hay que venir a Lima.
Tenemos que ser conscientes de la gravedad de la situación que estamos enfrentando en nuestro sistema de salud, es decir, hospitales que no están en el nivel que deberían estar en términos de infraestructura, no hay un sistema de atención primaria que desatore los hospitales donde va gente porque se rompe una pierna o porque tiene un derrame cerebral. No hay escalonamiento en los niveles de atención, no hay médicos, no hay insumos, es una situación que no tiene ninguna justificación.