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Minsa: uso de medicamentos falsificados, adulterados o vencidos puede ser mortal

En el marco el Día contra la Falsificación de Medicamentos, se realizará feria informativa, este domingo, en la Plaza San José de Jesús María.
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07-02-2020

En el marco de la conmemoración del Día contra la Falsificación de Medicamentos, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud, advirtió que adquirir y consumir medicamentos vencidos, adulterados, falsificados o mal almacenados pone en riesgo la salud de las personas, pudiendo causar, incluso, la muerte.

Luis Costilla, especialista de la Digemid, precisó que los fármacos fraudulentos no harán ningún efecto positivo en el paciente y, por el contrario, la enfermedad continuará o se agravará.

En ese sentido, con el propósito de generar conciencia en la población, se ha programado una feria informativa sobre los riesgos de adquirir y consumir medicamentos de procedencia ilegal, que se realizará, desde las 9:00 a.m. hasta la 1:00 p.m, en la Plaza San José de Jesús María.

Esta actividad contará con stands y módulos donde los asistentes recibirán información sobre como reconocer un medicamento falsificado o vencido y resolver sus dudas respecto a la importancia de adquirir medicamentos de calidad. También se instalarán contenedores para que los asistentes dejen sus medicamentos vencidos.

El especialista de la Digemid recomienda comprar medicamentos en farmacias y boticas formales, que cuenten con la presencia de un químico farmacéutico responsable durante todo su horario de atención al público.

“No olvidemos que la producción, transporte, almacenamiento y comercialización de medicamentos falsificados y vencidos, están tipificados en el Código Penal como delito contra la salud pública, que es sancionado con penas que van de 4 a 15 años de prisión”, apuntó Costilla.

Entre los medicamentos de origen ilegal figuran los falsificados, adulterados, con fecha de expiración vencida, rotulado adulterado, sin registro sanitario, de origen desconocido, sustraídos de instituciones públicas y/o privadas. Estos productos pueden estar comercializándose en galerías comerciales, mercados, ferias, entre otros, cuando solo deberían ser adquiridos en farmacias y boticas formales.