
20/03/2025 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 20/03/2025
Como parte de su compromiso con el acceso a una justicia rápida y efectiva, la Defensa Pública del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH) tiene una participación activa en las 26 Unidades de Flagrancia distribuidas por todo el territorio nacional.
Esta iniciativa forma parte de la estrategia del gobierno para hacer frente a la criminalidad y asegurar que las personas detenidas en flagrancia reciban un debido proceso.
Las Unidades de Flagrancia son centros operativos donde se concentran diversas instituciones, como la Policía, el Ministerio Público, el Poder Judicial y la Defensa Pública del MINJUSDH, todas trabajando de manera conjunta para la investigación y sanción de delitos cometidos en flagrancia.
La intervención de los defensores públicos en estos centros es crucial, pues se encargan de asistir técnicamente a los detenidos, reuniendo la información necesaria para preparar su defensa. Esto permite garantizar que el proceso judicial se lleve a cabo sin dilaciones, logrando sentencias en plazos muy cortos.
¿Qué ventajas ofrece el modelo de las Unidades de Flagrancia?
Una de las características más destacables de las Unidades de Flagrancia es su capacidad de operar de manera ininterrumpida, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Esta disponibilidad continua asegura que, en casos de flagrancia delictiva, los involucrados reciban atención inmediata, evitando así cualquier tipo de demora en la justicia.
El modelo busca proporcionar una respuesta ágil, eficiente y efectiva a los ciudadanos, garantizando que las personas detenidas no permanezcan en un limbo judicial durante largos períodos.
Gracias a esta estructura, los delitos más comunes, como la micro comercialización de drogas, hurtos simples y agravados, robos de diversa índole, tenencia ilegal de armas y el peligro común, pueden ser resueltos en un plazo máximo de 72 horas.
El compromiso del MINJUSDH en la lucha contra la criminalidad
El liderazgo del Ministro de Justicia, Eduardo Arana, ha sido clave en la implementación y consolidación de este modelo.
Al integrar la Defensa Pública en las Unidades de Flagrancia, el MINJUSDH no solo brinda una asistencia técnica a los detenidos, sino que también juega un papel activo en la administración de justicia, contribuyendo a la reducción de los índices de criminalidad y promoviendo una justicia más cercana y accesible para las personas más vulnerables.
Las Unidades de Flagrancia han demostrado ser una respuesta innovadora y eficiente para enfrentar los desafíos que plantea la criminalidad. Su funcionamiento permite que los ciudadanos reciban una respuesta judicial inmediata y que los involucrados en delitos sean procesados de manera más rápida y efectiva.