08/12/2020 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
La Amazonía perdió 50o mil km2 -una superficie equivalente a la de España- a causa de la deforestación entre 2000 y 2018. Así lo determinó este martes un estudio de una red regional de investigadores y organizaciones de la sociedad civil.
Esa 'poda' representaba el 8% de la mayor selva tropical del mundo, compartida por nueve países. Entre ellos se encuentran Brasil, Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Surinam, Guyana y Guayana Francesa.
Esta data está compilada en el informe "Amazonía bajo presión", realizado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferrenciada (Raisg).
Raisg indica que "la Amazonía está mucho más amenazada que hace ocho años". Esto debido al "avance de las actividades de extracción, de los proyectos de infraestructura. Así como de los incendios, la deforestación y la pérdida de carbono".
La deforestación es el principal síntoma de deterioro de la selva de más de 8,4 millones de kilómetros cuadrados, hogar de unas 47 millones de personas, incluyendo comunidades indígenas.
"Aunque 2003 sigue siendo el peor año para la selva amazónica desde 2000, la deforestación se ha acelerado desde 2012". Además, señalaron que "el área perdida anualmente se triplicó entre 2015 y 2018".
◼ Brasil
Brasil, donde se extiende casi el 62% de la selva tropical, es el principal responsable por los altos índices de deforestación, con 425.051 km2 desmatados en esas casi dos décadas.
La amazonía brasileña concentra la mayor cantidad (53,8%) de los puntos de minería ilegal detectados por la Raisg. Venezuela, con apenas 5,6% de todo el territorio amazónico, sigue en la lista con 32% de los núcleos de minería ilegal.
En cuanto a incendios, la selva tropical de Bolivia fue proporcionalmente la más afectada, con un 27% de su área amazónica consumida por las llamas.
"En promedio, desde 2001, 169.000 km2 de la Amazonía han sido quemados anualmente. De estos, 26.000 km2, dentro de las Áreas Naturales de Protección y de las Tierras Indígenas", afirma el reporte.
"Los datos presentados por la Raisg sirven de alerta sobre el avance de las presiones y amenazas en la región. Y pueden respaldar a quienes toman decisiones y elaboran políticas públicas basados en datos y evidencias consistentes", dijo Julia Jacomini, investigadora del Instituto Socioambiental.