28/04/2022 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
Los familiares de Leonel, un pequeño de dos años al que se le amputaron los pies y los dedos de las manos por supuestamente no recibir atención oportuna, denunciaron hoy al personal médico del Instituto Nacional de Salud del Niño, sede San Borja, de haber cometido negligencia médica por no atender a tiempo al infante.
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Desde los exteriores del nosocomio, la abuela del menor contó a Exitosa cómo comenzó todo este calvario para la familia. Según narró, el menor fue operado del corazón el 28 de enero de 2022.
Aquella vez, los doctores informaron a la familia que la operación fue todo un éxito y, al cabo de un par de días de la intervención, el menor podía regresar a casa. Y así fue, Leonel volvió a su hogar el pasado 2 de marzo; pero luego de casi tres semanas registró una fiebre intensa que alarmó a su madre, Jessica Rojas.
La madre, muy preocupada por el estado del menor, fue al mencionado hospital el 23 de marzo para que Leonel recibiera atención. Sin revisarlo adecuadamente, en el nosocomio dijeron que se podría tratar de un caso de COVID-19, por lo que apenas le recetaron paracetamol y un jarabe.
Aquella vez, la enfermera advirtió que, como se trataría de un caso de coronavirus, era probable que el menor siguiera con fiebre por al menos tres días más. Confiada con el diagnóstico, Jessica volvió a casa con su hijo.
◼ "Si le hubiesen atendido a tiempo, esto no habría pasado"
No pasaron ni 24 horas y la madre debió volver al hospital porque Leonel amaneció peor. Según la abuela, esta fue la respuesta de la enfermera que trató al menor: “'Señora, ya le he dicho que (el pequeño) va a tener fiebre por tres días. Tiene que volver a su casa porque se va a exponer al contagio'”.
Leonel no recibió atención oportuna y al día siguiente regresó al INSN de San Borja, pero esta vez de emergencia debido a que comenzó a convulsionar y se le paralizó uno de los brazos.
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Tras ser estabilizado gracias a la administración de antibióticos y sometido a una serie de exámenes, se detectó que Leonel tenía una hemorragia interna en la cabeza, lo que sería la explicación para sus convulsiones y parálisis.
No solo la hemorragia interna sería el problema para el menor, pues sus pies y los dedos de sus manos tenían una pigmentación diferente. La abuela y la madre consultaron a los doctores, pero estos decían "que era normal y se debía la fiebre".
La situación empeoró cuando los pies y los dedos de las manos del menor comenzaron a "negrearse". Ante ello los doctores informaron a la familia que debían amputar esas partes porque se trataba de un caso de necrosis, que ocurre cuando muy poca sangre fluye al tejido.
Lo que más indignó a la abuela y a la madre del menor fue la respuesta inhumana que los doctores dieron ante los reclamos. "Más bien, gracias a Dios le estamos salvando la vida amputándoles los pies y las manos", sería el descargo que habrían dado los galenos, según la abuela.
"Si le hubiesen atendido a tiempo esto no habría pasado, prácticamente esto es negligencia (médica)", reniega la abuela del menor.
El menor está en UCI desde hace más de un mes. Su estado es crítico y su familia pide ayuda para costear los gastos médicos, además de sanciones contra los responsables de la supuesta negligencia médica.
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