Incendios forestales en la Amazonía en su mayoría son provocados por el hombre
El geólogo Patricio Valderrama se pronunció sobre el incendio forestal de grandes proporciones que se registra en Brasil y Bolivia, que viene afectando con la humareda a diversas zonas de Madre de Dios. Explicó que en la mayoría de los casos de incendios en la Cuenca del Amazonas se generan por la mano del hombre, más que por causas naturales.
"Son dos razones, la primera es que en el mes de agosto se realiza la clásica quema de terrenos de cultivo, lo cual es una tradición andina bastante antigua con el fin de preparar las chacras para la futura siempre que viene en dos meses y la otra es una tradición infundada en la que la gente piensa que el humo del fuego al subir al cielo se convierte en nube para generar lluvia porque justamente es la época más seca de los andes", explicó en diálogo con Nicolás Lúcar, en Exitosa.
Asimismo, Patricio Valderrama explicó que los incendios forestales sí se pueden producir por efectos de la naturaleza, pero - considera - que lo que viene ocurriendo actualmente en la Cuenca del Amazonas de debe a la mano del hombre. Es por ello que hizo un llamado a realizar planes educativos y de concientización para enseñarles a los agricultores los peligros de la quema de los terrenos de cultivo.
"Todos los incendios principalmente en la cuenta amazónica son provocados, son iniciados por el hombre ya que hay dos principales factores que pueden generar un incendio natural: el impacto de rayos o erupciones volcánicas y ninguno de los dos es el caso", agregó.
¿Cómo se controla estos incendios? El experto señaló que es muy difícil controlar estos siniestros, por lo que se debe esperar que la misma naturaleza a través de la lluvia ayuden a frenar estos incendios: "cuando los incendios llegan a tener tremendas dimensiones como lo que está habiendo en Madre de Dios o como lo que está habiendo en la frontera entre Brasil y Bolivia es un incendio gigantesco en la Amazonía, la verdad ya no se puede hacer mucho, son incendios tan grandes que lo único que queda es esperar a que venga la lluvia para que los apague".