IGP: Asteroide que se aproximó a la Tierra no representó una amenaza a la humanidad
Un acontecimiento importante para la historia de la astronomía acaba de ocurrir, hoy, en horas de la madrugada. Aproximadamente a las 4:56 a.m. (hora local en el Perú) se registró la visita del asteroide 1998 OR2 muy cerca de nuestro planeta. El Dr. Nobar Baella, astrónomo del Instituto Geofísico del Perú (IGP) aclara que este evento astronómico no representó una amenaza a la humanidad.
El experto dijo que este cuerpo celeste mide entre 2 a 4 km de diámetro y pasó a una distancia de nuestro planeta, equivalente a 16 veces del trayecto existente entre la Tierra y la Luna. Además, alcanzó una velocidad de 8 kilómetros por segundo, tiene una rotación propia de 4 horas aprox. y demora 3 años y medio en dar la vuelta al Sol.
El Dr. Nobar Baella explicó que los asteroides son compuestos rocosos que orbitan el Sol, presentan tamaño variado pero son más pequeños que un planeta. Algunos de ellos son restos de la formación del sistema solar que no tuvieron la oportunidad de formar planetas. En este caso, el 1998 OR2 pertenece al grupo especial de asteroides tipo Amor que se caracterizan por no intersecar la órbita de la Tierra.
Agregó que se trata de un asteroide que fue descubierto en el año 1998 y viene siendo monitoreado por más de 30 años ya que las primeras imágenes antiguas del objeto se re-descubrieron a finales de los años 80.
El Dr. Nobar Baella indicó que no siempre se puede calcular con exactitud cada cuanto tiempo se acercará un asteroide a la Tierra, ya que para algunos de ellos sus órbitas cambian ligeramente con el tiempo a causa de los jalones gravitacionales combinados de la Tierra y de Júpiter.
“Esto hace que algunos de estos eventos puedan ser sorpresivos y peligroso, por ello es importante que los astrónomos continúen vigilando y monitoreando estos cuerpos para obtener datos observaciones y mejorar la capacidad de predicción”, añadió el experto del IGP.
Manifestó que en el sistema solar existen alrededor de 20 mil asteroides cercanos a la Tierra y en el caso de que uno de ellos impacte sobre nuestro planeta podrían ocasionar preocupantes catástrofes en el clima, la naturaleza y las poblaciones. Los daños dependerán del tamaño y la rapidez del asteroide.
El astrónomo del IGP detalló que un asteroide es peligroso para la Tierra cuando este cuerpo se aproxime a nuestra órbita terrestre a menos de 19.5 veces la distancia entre la Tierra y la Luna y debe ser de regular tamaño.
El IGP y su compromiso con la astronomía
Nobar Baella destacó la labor que cumple el IGP, a través de su programa de investigación en Astronomía ya que de esta manera contribuye con proporcionar datos observacionales que mejoren la predicción de la órbita de estos objetos.
Mencionó que el IGP cuenta con el telescopio Nishimura de 0.6 metros de diámetro, instrumento que le ha permitido obtener datos observacionales durante el acercamiento del asteroide 1999 KW4 registrado en mayo del año 2019, trabajo logrado con la colaboración del Observatorio Planetario Moche.
Cabe resaltar que dicho asteroide fue considerado altamente peligroso para la Tierra pero aun así no representó una amenaza para la humanidad.
Para Nobar Baella, si bien el paso de estos asteroides es inofensivo por ahora, no descarta que éstos representan señales de advertencia para el futuro. “El impacto de asteroides y otros cuerpos desde el espacio es latente por ello es crucial mejorar la vigilancia de estos objetos.
“Cuanta mayor información de datos tengamos, los astrónomos mejoraremos las predicciones. Lamentablemente, no se le da la debida atención a estos eventos espaciales. Espero que este sea una oportunidad para que las personas reflexionen sobre el peligro real del impacto directo de un asteroide de buen tamaño sobre la Tierra en un futuro”, finalizó el experto.
EL DATO
La última aproximación de un asteroide de regular tamaño se registró el 25 de mayo del 2019. En aquella ocasión el asteroide 1999 KW4 se aproximó a una distancia mínima de 13 distancias Tierra-Luna a comparación de este último que se aproximó a 16 distancias de la Tierra-Luna.