Hacinamiento llega incluso al 500% en los penales
Pudo terminar en tragedia. Al menos 80 internos del penal de Lurigancho se amotinaron ayer, en horas de la madrugada, luego de una requisa de rutina realizada por agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE). El altercado recordó el alto nivel de hacinamiento que existe en los recintos, con una sobrepoblación que llega incluso al 572%.
Ocurrió en el pabellón 12-B, donde el personal detectó objetos punzocortantes y latas de cerveza. “Ante esa falta disciplinaria, trasladamos a tres reclusos a una sala de meditación. Este operativo provocó la actitud intransigente y de resistencia de un grupo de alrededor de 80 personas”, comunicó el jefe del INPE, Carlos Romero, a Exitosa.
Violencia y zozobra
En solo segundos, los prisioneros bloquearon los accesos, subieron al techo y quemaron colchones. Hasta el lugar llegaron decenas de familiares, preocupados por el estado de sus seres queridos; mientras que autoridades del INPE informaron de la situación a la Fiscalía de Prevención del Delito.
“Tengo a mi papá y a mi esposo adentro, y temo perderlos. No nos dicen cómo están. Espero que se cuiden”, declaró una mujer desde los exteriores. Al respecto, Romero explicó que el sonido reportado era de las balas de goma que utilizó el personal que ingresó al penal para retomar el principio de autoridad.
Trasladarán a 15
Al menos 100 agentes de seguridad penitenciaria y efectivos de la unidad de Operaciones Especiales de la Policía Nacional desplegaron acciones desde las 2 a.m. Poco después, a las 4 a.m., la calma volvió al penal de Lurigancho, en una intervención que terminó con la captura de 15 cabecillas de la reyerta.
El jefe de INPE aseguró que no se reportaron heridos. De igual modo, anunció el inicio de las investigaciones y traslado de los intervenidos a otros centros penitenciarios de mayor contención en el interior. Pero, ¿esa es la solución? Eso teniendo en cuenta el alto nivel de hacinamiento que existe en los referidos establecimientos.
Situación complicada
Un informe del INPE, publicado en marzo de este año, reveló que la sobrepoblación en este tipo de ambientes es de 133% en promedio, ya que a la fecha existen 92,872 internos a nivel nacional cuando solo hay capacidad para albergar a 39,819. El problema es más álgido en determinados departamentos.
Por ejemplo, en el penal de Jaén, en la provincia del mismo nombre, en Cajamarca, alcanza límites insospechados y puntúa en 572%, con 336 reclusos y capacidad para 50. En el caso de la capital, el penal del Callao no está muy lejos y registra 254% de hacinamiento penitenciarios (3,258 reos y capacidad para 920).
En 2018, la Defensoría del Pueblo presentó un informe sobre la problemática e incidió en la necesidad de ejecutar acciones inmediatas. Otras carencias advertidas por la institución apuntan al grueso de internos sin condena, la ausencia de políticas para atender a las personas privadas de su libertad, entre otros,
TAMBIÉN ESTÁ SOBREPOBLADO
El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) precisó que en el caso del penal de Lurigancho la sobrepoblación llega al 233%, pues tiene 10,683 reclusos y solo tienen capacidad para albergar a 3,204. Los departamentos con mayor sobrepoblación son los que están ubicados en el centro y sur del país, agregan.