Familiares de la niña de tres años no creen en el suicidio del 'Monstruo de Chiclayo' y piden ver el cuerpo
En entrevista con Exitosa, los familiares de la menor de 3 años violentada por el 'monstruo de Chiclayo', indicaron no creer en la información del suicidio del mencionado agresor, pidiendo viajar hasta el penal Challapalca en Tacna para constatarlo.
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Luego de que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) hiciera oficial el acto de suicidio por parte de Juan Enríquez García, la familia de la niña raptada y ultrajada por el delincuente salió a protestar, principalmente por no estar convencidos de la veracidad de la noticia.
La tía de la victima informó que, tanto ella como los padres de la menor, se encuentran enfurecidos por lo sospechoso e inesperado que les llegó la información, poniendo en duda incluso la ética del INPE.
“Me llegó un mensaje al Whatsapp diciendo que el sujeto se quitó la vida, pero la verdad yo no creo, ni tampoco mi hermana ni mi cuñado estamos creyendo en eso, toda mi familia está indignada al saber que este monstruo lo están dando por muerto. Yo me pregunto cuánto miserable dinero le pagó a la justicia para que lo den por muerto”, dijo enaltecida la pariente.
La impotente familia hace un pedido especial para llegar hasta el presidio tacneño y corroborar todo lo que el organismo informó a través del comunicado oficial.
“Yo no me pienso quedar así, quiero ir hasta el lugar donde se encuentra ese desgraciado para verlo, porque para mí, está vivo”, exclamó la tía de la víctima.
Por otra parte, la pariente también hace saber que la familia afectada continua con intenciones de irse a vivir lejos de su ubicación actual y ya no viven junto a ella. Incluso, la madre traza la meta de poder abandonar el país donde pueden empezar una nueva vida.
EL SUICIDIO
La seguridad del penal de Callapalca halló a Enríquez García sujetado por el cuello con una tela de color blanca, la cual estaba adherida en unos de los extremos de los barrotes de su celda, según informa el INPE.
Se comunicó al personal de salud del penal para que verificara que el interno no presentaba signos vitales. Luego de comprobarlo, las autoridades penitenciarias procedieron al aislamiento del ambiente.
El violador confeso se encontraba aislado de la población penal en un “ambiente de meditación y observación”, donde era custodiado permanentemente por el personal de seguridad.
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