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Factor AG: Largas colas en las calles en busca de alimentos

La segunda parte del gobierno de Alan García estuvo marcada por la escasez y una hiperinflación que llegó a los 2'178,482%.
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01-05-2019

A las secuelas de la intentona estatista para controlar la banca privada se sucedieron muchas escaramuzas legales que incidieron para que el Poder Judicial se enfrente al poder político del gobierno aprista e impida el radical intervencionismo. El Poder Judicial admite un recurso de amparo que permite la vuelta de los banqueros a sus predios. A ello se suman las desacertadas medidas económicas que revelaban la saturación de un modelo considerado por muchos agotado. La política heterodoxa tuvo efectos contraproducentes y la economía se paralizó. El Perú entra en grave crisis económica, no hubo una política antisubversiva clara para enfrentar a Sendero Luminoso y en el terreno económico el crecimiento se detuvo debido a la falta de reinversión de los empresarios nacionales y por la falta de créditos internacionales.

La restauración de las autoridades civiles en las zonas de emergencia, disminuye el poder de los militares en dichas zonas, el gobierno levanta el toque de queda en Lima, e igualmente el estado de emergencia en Ayacucho, lo que provoca la respuesta terrorista con el estallido de al menos siete torres de alta tensión que dejan sin fluido eléctrico a la capital y parte de la costa del país.

El auspicioso y prometedor inicio del primer gobierno aprista terminó desplomándose al incurrir en desaciertos en materia económica, lo que ocasionaría la bancarrota. La popularidad con la que Alan García llegó al poder se derrumbó con las consecuencias socioeconómicas de las pésimas medidas adoptadas. Se vivió una severa crisis económica, comparada con las peores de la historia de Latinoamérica. La hiperinflación generó escasez, desabastecimiento y especulación de alimentos de primera necesidad y la gente tuvo que hacer largas colas para adquirir productos básicos como el arroz, el pan y la leche.

La hiperinflación

Los malos manejos económicos, la incontrolable inflación, las emisiones inorgánicas de moneda y la política cambiaria llevaron a que el Fondo Monetario Internacional FMI declare al Perú país con valor deteriorado en 1986.

El inti se devaluó 41 veces, mientras el costo de vida subió 21,784 veces.

Según cifras del Banco Central de Reserva, la inflación durante su primer mandato llegó a 2'178,482%. Estadística, que solo ha sido superada por el régimen dictatorial del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, lo que ha propiciado el éxodo más grande de Latinoamérica. El FMI ha estimado que el país llanero ya llegó a los 10'000,000% de hiperinflación. Lo que provocó la hiperinflación durante el primer gobierno de Alan García se extendió por los siguientes años.

El gasolinazo y las colas

En su afán de controlar la inflación, Alan García en la segunda parte de su primer gobierno decidió aumentar el precio de los combustibles y de los productos básicos de primera necesidad, por lo que trató de compensar las alzas con subsidios estatales. La gasolina subió en 30%, la electricidad en 12% y los alimentos de primera necesidad como la leche, el maíz y el arroz también registraron incrementos. Ante la escasez de reservas internacionales, el gobierno empezó a imprimir más dinero, a dar más subsidios, decreta alza de los sueldos, lo que finalmente generó el aumento desmedido de la inflación.

El dinero de los peruanos ya no valía, el déficit fiscal y la inflación subieron. Los cambios en los precios se daban súbitamente y, en cuestión de horas, los productos de consumo básico costaban más de 50% de un día para el otro. En octubre de 1987, el gobierno de García Pérez devaluó el inti en 24%. El anuncio de los paquetazos continuaba, y al finalizar ese año, la crisis y recesión económica ya eran evidentes. A falta de dólares, el Banco Central no pudo controlar el alza de la tasa de cambio.

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial piden el pago de las moras por USD 1,500 millones. El 6 de setiembre de 1988 se anuncia el shock económico. El Plan Cero empeoró la situación y la inflación pasó a ser hiperinflación, los precios subieron 114%. A la crisis económica se sumó un paro en la minería que mermó las exportaciones, agravando así el déficit comercial, con casi cero reservas internacionales. Junto a Perú, Bolivia, Nicaragua y, recientemente, Venezuela son los países con mayor hiperinflación de la historia en Latinoamérica.

'Martes negro'

A partir de setiembre de 1988, la inflación se convirtió en lo que los economistas denominaron hiperinflación. Fue el mes con mayor inflación en el gobierno de García y, probablemente, en la historia del Perú. Y el shock llegó. Un largo paro en la minería contribuyó a que las exportaciones cayeran, aún más agravando así el déficit comercial. Las reservas internacionales, por su parte, se aproximaban a cero. El 22 de noviembre de 1988, García lanzo otro “paquete” con medidas muy similares. Al mismo tiempo, Abel Salinas presentó su renuncia por discrepancias con García.

Fue un día dramático, al que se le denominó 'Martes negro'. El 21, García adelantó una fecha para dar las nuevas medidas, sin embargo, el primer ministro dijo que sería el 22. Pero en la madrugada Sendero Luminoso derribó 32 torres de alta tensión que causaron apagones desde Chiclayo hasta Marcona. Pero los males siguieron ese día, el agua potable en la mañana tenía un olor fétido, además de la escasez de alimentos, la ausencia de transporte y el anunciado discurso demoró dos horas.

El aumento del desempleo y la caída drástica de ingresos fue el costo social del desastre económico provocando el surgimiento de un sector informal de proporciones nunca antes visto. Además, el Estado en bancarrota ya no pudo cumplir con sus obligaciones en materia de asistencia social, educación, salud y administración de justicia.

Escrito por: Roberto Sánchez Reyes

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