26/01/2019 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
En medio de esta crisis política que vive el país, el caso del expresidente Alejandro Toledo, sobre quien pesan dos órdenes de prisión preventiva por Odebrecht y Ecoteva, parece estar muy lejos de llegar a su fin, y es que el proceso de extradición solicitado por la justicia peruana a Estados Unidos aún tiene, por lo menos, para 18 meses más.
Para el analista internacional, Miguel Ángel Rodríguez Mackay, el proceso de extradición del exjefe de Estado, depende únicamente de las autoridades estadounidenses, quienes desde agosto del año pasado tienen en su poder el cuadernillo referente al caso Odebrecht.
“La extradición busca evitar la impunidad y no se salva nadie, pero es un procedimiento que toma su tiempo, hay que hacer traducciones de los textos, hay que esperar que en la otra parte (Estados Unidos) se cumplan ciertos procedimientos (...) estamos hablando de un mínimo de acaso un año y medio, si acaso se inicia una cosa rápida para la extradición”, expresó.
En ese sentido, refirió que si se busca traer lo más pronto a Toledo para que afronte sus procesos judiciales, el Gobierno debería de estar pendiente del trámite con la finalidad que las autoridades norteamericanas agilicen la diligencia.
“El Gobierno ha cumplido con todos los requerimientos, pero prácticamente estamos en las manos de los Estados Unidos. Ahora, para agilizar el trámite, hay que estar detrás de ellos”, sostuvo.
Por su parte, el exministro de Relaciones Exteriores, Luis Gonzales Posada, coincidió con lo dicho por Rodríguez Mackay, alegando que los Estados Unidos tienen varios expedientes de extradiciones y que muchos llegan a durar cerca de dos años.
“Sería importante que el Ministerio de Justicia informe en qué estado se encuentra el proceso de extradición contra Toledo”, dijo Posada.
El proceso
En mayo del año pasado, un funcionario de la Unidad de Cooperación Internacional de la Cancillería viajó a Estados Unidos para llevar el expediente de extradición activa del expresidente Toledo. Se trata de 3,117 folios (en anverso y reverso) vinculados a la investigación por la presunta coima que recibió el exmandatario de la constructora Odebrecht por la licitación de los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica Sur.
Sin embargo, en agosto, el Departamento de Estado de EE.UU. solicitó al Perú precisiones sobre el pedido de extradición. La solicitud fue por cuestiones “de forma” sobre “términos” que la Fiscalía utilizó en el requerimiento de extradición, pero las dudas fueron absueltas.
Tres meses después, noviembre para ser exactos, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Vicente Zeballos, informó que el proceso de extradición del expresidente prófugo se encuentra en las manos del Departamento de Justicia.
En enero de este año, el canciller del Perú, Néstor Popolizio, explicó que el proceso está en curso y dentro de los plazos que maneja el gobierno peruano. Sostuvo que el cuaderno de extradición pasará al Departamento de Justicia para realizar una segunda evaluación y ellos decidirán el momento en que pasa a un juez federal del estado de California, que es donde reside Toledo.
