El milagro y alegría de ser madres
“Madre hay una sola”, dice la frase. Y eso lo tienen presente miles de peruanos que visitaron ayer, por el Día de la Madre, a aquellas mujeres que partieron, pero siguen presentes en sus corazones. La magia del nacimiento también estuvo presente en la festividad, así como los agasajos y la venta de variados productos.
Desde temprano el cementerio Nueva Esperanza, en Villa María del Triunfo, recibió la visita de familias enteras que llegaron con flores, globos y hasta ollas cargadas de deliciosos platillos para compartir ese emotivo momento con sus seres queridos. Lágrimas, miradas llenas de añoranza y anécdotas graciosas destacaron durante su visita.
Siempre presente
Similar situación ocurrió en los camposantos El Ángel (El Agustino) y Padre Eterno (en Cercado de Lima), donde niños, jóvenes y adultos engalanaron a las mamitas con grupos criollos, mariachis y todo tipo de música. Otros invirtieron ese tiempo para decorar las tumbas, como es el caso de los integrantes de la familia Orillos Jacinto.
“Para nosotros es muy importante venir a ver a mi abuela Alejandra, para demostrarle que siempre vamos a estar con ella”, aseguró un jovencito. El ambiente de remembranza fue aprovechado por decenas de ambulantes que, desde los exteriores de ambos lugares, vendían arreglos florales a precios que oscilaban entre los 5 a 30 soles.
El regalo de la vida
En otra parte de la capital, en el Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP), tres mujeres se convirtieron en madres en las primeras horas de celebrar su día. Una de ellas es Andrea Torpoco (21), quien llegó desde Canto Grande, en San Juan de Lurigancho, para dar a luz al pequeño Sebastián Guillermo. El bebé nació a las 3:16 a.m. y pesó 3.4 kilogramos.
“Es un poco complicado ser primeriza, pero gracias a Dios ha llegado sano y salvo”, manifestó emocionada. En su caso fue un parto natural que demandó 6 horas de labor y reveló que en el tercer mes de gestación los médicos le dijeron que tenía anemia, sin embargo, pudo superar ese mal tras cumplir con la medicación que le dieron los médicos.
Control y riesgo
Yaneli Ladera (36), por su parte, debió ser sometida a cesaria luego que los doctores le informaran que su cordón umbilical envolvía el cuello del bebé. Felizmente, el incidente no pasó a mayores y, horas después, trajo al mundo a Alexander. La última mujer, Yovana Paxi (27), dio a luz luego de siete años de tener a su primer hijo.
La ministra de Salud, Zulema Tomás, visitó ayer a las tres mujeres y enfatizó sobre la necesidad que las mujeres acudan a sus controles. Asimismo, recordó que la lactancia exclusiva es hasta los 6 meses de vida y a partir del cuarto mes deben recibir los micronutrientes (gotas de hierro) para garantizar su adecuado estado de salud.