Actualidad

'El Gran Dictador': El día que Chaplin humilló a Adolf Hitler

Cine de culto: cuando el humor se burla de los poderosos
CHAPLIN
28-02-2022

Es evidente que el humor también es político. Así, muchas veces hay ideas o conceptos que se expresan mejor desde el humor, que esca­pan de los formalismos y trata de hablar de cuestiones serias desde una visión novedosa o inesperada. Este es el caso del film El Gran Dic­tador, protagonizado por el legen­dario actor Charles Chaplin donde parodia a Adolf Hitler.

Chaplin antes que EE.UU. entrará a la segunda guerra mundial, puso al descubierto al dictador alemán que implantó el totalita­rismo nazi desde 1933 hasta 1945, dejando una ola de muerte y destrucción.

Mediante esta parodia, trató de hacer ver el absurdo que cons­tituía el régimen nazi. Chaplin produce la película entre el 1938 y 1940, en medio de un contexto de totalitarismos. En 1939, Hit­ler tras haberse remilitarizado y anexionado Austria y Checoslo­vaquia, avanzó sus tropas hacia Polonia, desencadenando la Se­gunda Guerra Mundial.

Así, Chaplin no abordó el nazis­mo en su época de decadencia o cuando éste se encontraba toda­vía en su fase embrionaria. Todo lo contrario: criticó los totalitaris­mos fascistas en su momento de mayor poder y vigencia, y en un momento en el que las principa­les potencias occidentales no sa­bían muy bien cómo reaccionar.

Incluso, Chaplin tuvo muchos problemas para filmar la película.

También puedes leer: El Gran Teatro Nacional, diez años de amplia labor cultural

Muchos productores de Hollywood se negaron a financiarla y tuvo que poner dinero de su propio bolsillo. Incluso el gobierno británico le ad­virtió de que la prohibiría si final­mente decidía producirla.

Chaplin representará a dos per­sonajes en la película y, lejos de ca­racterizarlos de forma diferente, opta por hacer evidente su pare­cido, un hecho que jugará un pa­pel fundamental en la trama. Así, uno de sus personajes es el de un joven barbero judío que descubre tras quedar herido que ahora su tierra, el país ficticio de Tomania, está gobernada por el dictador Adenoid Hynkel, que ambiciona conquistar el mundo entero.

Más en Exitosa: