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Detienen a siete policías en operativo contra organizaciones criminales en Trujillo

Efectivos policiales capturados estarían vinculados a las organizaciones criminales La Jauría e Imperio Romano.
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28-06-2019

Siete agentes policiales fueron detenidos esta madrugada en la ciudad de Trujillo, región La Libertad, durante un megaoperativo que ejecutó la División de Investigaciones de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional contra dos organizaciones criminales.

Tras varios meses de investigación, los agentes de la Diviac intervinieron a 20 personas, sindicadas como presuntos integrantes de las organizaciones criminales “La jauría” e “Imperio romano”.

Además de los siete malos policías, entre los detenidos se encuentra un menor de edad, informó el director de la III Macro Regional Policial La Libertad, general PNP Óscar Gonzales Rabanal.

El jefe policial afirmó que gracias a este trabajo se logró frustrar un homicidio que se iba a cometer por parte de integrantes de la Jauría a una banda rival.

El general Gonzales Rabanal aclaró que los agentes no forman parte de La Jauría, pero que igual estaban involucrados en actos ilícitos que manchaban la institución.

"Cuando se asumió el cargo se dijo que se iba a luchar contra la inseguridad ciudadana y estos son los resultados de nuestro trabajo", indicó.

Una de estas dos organizaciones criminales desarticuladas se autodenomina La Jauría, la cual dirigía sus ilícitos penales desde el penal, encontrándose implicados en los delitos contra el patrimonio en la modalidad de robo agravado y extorsión, delito contra la vida el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio calificado, entre otros delitos conexos.

Está peligrosa organización criminal había centrado su accionar delictivo en el sector transporte de la provincia de Trujillo, es por ello que calcomanías con la figura de un lobo siempre aparecían en micros, que eran colocados para advertir a otras bandas rivales que esas unidades ya estaban siendo "chalequeadas" por ellos.

Además, entre sus víctimas se encuentran empresas comerciales, talleres mecánicos, grifos, empresas del rubro de la construcción, discotecas, restaurantes y clubes nocturnos, entre otros negocios y personas naturales de la región La Libertad.

Estos avezados delincuentes amenazaban directamente a sus víctimas exigiéndoles el pago de una cantidad de dinero, la cual debían ser entregados en la garita de control de la salida de los vehículos del terminal Santa Cruz, y con una clave o contraseña.

Además, el agraviado debía de precisar al delincuente la placa del vehículo y el nombre del conductor que llevará el dinero, luego los integrantes de la organización interceptaban el bus y recogían sus "encargos".