09/08/2019 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
Tras varios meses de investigación, agentes de la División de Investigaciones de Alta Complejidad de la PNP desarticularon la organización criminal “Los Gutiérrez”, dedicados a la falsificación mensual de mil monedas de cinco soles.
Este operativo se realizó en simultáneo en los distritos de San Juan de Lurigancho y La Victoria, logrando la intervención de ocho personas que se dedicaban a esta ilícita actividad desde hace más de 5 años.
Entre los detenidos figura el cabecilla Jhon David Gutiérrez Muñoz, alias “Jhon, Pollito, Alcohol, Cacharrón o Kiwi”. La Policía lo sindica como el responsable de organizar el clan, cuyos miembros cumplían distintos roles dentro de la cadena de acuñamiento, transporte y comercialización de las monedas falsas.
“Los Gutiérrez” son investigados por los delitos contra el orden financiero y monetario en agravio del Estado Peruano, en los distritos de El Agustino, San Juan de Lurigancho, La Victoria y Ventanilla (Callao). Todo indica que los integrantes no serían novatos en estos ilícitos.
Según las investigaciones, esta banda operaba con su actual estructura desde el 2015, razón por la que habían alcanzado un grado elevado de exactitud en la falsificación de las monedas, tanto en calidad del material como a nivel artístico. Es así que se habrían convertido en los principales falsificadores de moneda a gran escala.
“Los Gutiérrez” operaban bajo la fachada de locales o módulo de madera, se abastecían de los metales que utilizaban como materia prima. Las planchas o láminas de metal guardaban similitud con las dimensiones y el color de la moneda metálica original, antes de ser sometidas a un proceso de fundición. De esa manera obtenían el alambrón y las barras, que procedían a adelgazar y estirar en flejes con maquinarias de rodillos, hasta lograr un espesor similar al de la moneda auténtica.
Luego realizaban el corte de las planchas de metal, valiéndose de una prensa para conseguir los núcleos y aros metálicos. La tercera etapa consistía en llevar las monedas a un lavado y estampado, acondicionado con equipos artesanales manejados por trabajadores con habilidades artísticas. Ellos eran los encargados de acuñar las monedas de 5 y 2 soles, de modo tal que sean confundidas con las genuinas una vez que ingresaban al mercado.
Finalmente, la organización criminal transportaba y distribuía las monedas falsas a bordo de diferentes vehículos. Estas eran entregadas a sus clientes habituales para que las comercializaran en diversas localidades de Lima.