De vender en carretilla a ser dueña de restaurante peruano en Francia: la historia de la chef Verónica Moreno
La historia de Verónica Moreno es realmente conmovedora. Pasó de vender almuerzos en carretilla a ser dueña del restaurante Krioya, en Lyon, Francia. Más allá de su éxito actual, su camino de perseverancia y esfuerzo constante es de admirar.
Moreno nació en San Juan de La Virgen, en Tumbes, y creció en una lucha constante con la pobreza, pero cerca a la gastronomía. Cuando era niña, recuerda que acompañaba a su padre a pescar, y con lo recogido preparaban ceviche para vender.
"Hacíamos ceviche y luego lo vendíamos en carretilla", señaló para Agencia Andina.
Siguió ante la adversidad
En su infancia y adolescencia, tuvo que continuar ante los problemas que trajo la pobreza, realizando diversos trabajos en varios hogares. Se encargó de cuidar niños, ancianos, lavar ropa, entre otras cosas. Sin embargo, menciona que nada de eso la detuvo.
"Yo sé lo que es la pobreza extrema, la he vivido en carne propia", indicó.
Incluso, confesó que muchas veces comía solo una vez al día y utilizaba ropa que le regalaban, porque no tenía dinero para adquirir prendas nuevas.
Sin embargo, a los 19 años decidió emigrar a Francia, donde si bien el idioma y cultura se le complicó al inicio, fue un peldaño necesario para alcanzar su crecimiento.
"Tenia mucho miedo, luego ese miedo se transformó en fuerza, en tenacidad , pasión y devoción a la gastronomía peruana", comentó.
Logró salir adelante
Moreno mencionó que estudiar en Francia fue una de las mejores oportunidades de su vida, y se siente agradecida de poder apoyar económicamente a su familia.
"Fue una de las mejores oportunidades de mi vida. Ellos (la familia) eran mi única motivación para salir adelante", agregó.
Más allá de estudiar en el país galo, pasó por varios restaurantes alrededor de Europa, terminando de reconocer el potencial que le brindó su herencia peruana.
Luego de años de travesía por múltiples cocinas, se animó a fusionar la esencia de Francia con elementos peruanos en el que es su máximo proyecto: Krioya.
Con el paso del tiempo, Krioya se adaptó a la ciudad y sus estaciones, variando platillos como ceviches con salsas de mariscos o coco, convirtiendo a su restaurante en uno de los más excéntricos de Lyon.
La historia de éxito de Verónica Moreno es admirable: pasó de ser vender en carretilla sus platos a ser dueña de uno de los restaurantes peruanos más importantes de Francia.