Comas: familias se resisten a abandonar las riberas del río Chillón por temor al robo de sus pertenencias
No saben qué hacer. Los pobladores del asentamiento humano Brisas del Río Chillón, en Comas, indican que se encuentran entre la espada y la pared. Y es que no han aceptado dejar las laderas del río pese a estar ubicados en una zona de peligro por temor a sufrir el robo de las pocas pertenencias que les quedan.
Son alrededor de 30 familias las que se encuentran ubicadas en este sector de Lima y las que han mostrado su negativa a trasladarse momentáneamente a los refugios establecidos por la municipalidad. Por ello, permanecen cerca al caudal organizando ollas comunes para ayudarse entre sí.
Han hecho una petición diferente
Tras no contar con casas para poder descansar o protegerse, los miembros de este AA.HH de Comas han hecho llegar a las autoridades una nueva solicitud de apoyo. Si bien no quieren dejar la zona donde han residido tanto tiempo, han manifestado públicamente que necesitan de la ayuda de las autoridades locales del distrito.
Esto se debe a que este grupo de ciudadanos ha pedido que se les brinde los materiales necesarias para poder seguir viviendo cerca del río. Entre las herramientas solicitadas, se encuentran carpas, frazadas y víveres para los adultos mayores y casi quince niños que integran estas familias, ya que quieren proteger lo último que les queda.
Los refugios no estarían aptos para todos
En adición a ello, los pobladores han indicado que otro motivo por el que no dejan las riberas del río Chillón se debe a que no todos los albergues municipales están en condiciones óptimas de recibir a los damnificados. Según indican, no se les podría dar abasto a sus necesidades más urgentes en estos puntos.
¿Qué pasó con sus viviendas?
Como se recuerda, el caudal del río Chillón creció exponencialmente en los últimos días, generando una mayor erosión de las riberas que sostenían varias casas de este asentamiento humano en Comas. Debido a esta situación, más las constantes lluvias, hasta 50 familias resultaron damnificadas cuando llegaron a perder sus viviendas por la voracidad de la corriente.
Como respuesta, la municipalidad entregó apoyo alimentario y dispuso de albergues para ellos, pero esta última medida no fue bien recibida en su totalidad.
Por esta razón, se espera que tanto las autoridades de Comas como las familias del asentamiento humano Brisas del Río Chillón lleguen a un acuerdo mutuo donde la integridad de los ciudadanos no se exponga en su deseo de no dejar las riberas del río.