Ciudadano se prestó dinero de prestamistas extranjeros y ahora, que no puede pagar deuda, recibe amenazas
Este sábado, el ciudadano Juan Dávila llegó a las instalaciones de Exitosa para informar las amenazas que viene recibiendo por parte de prestamistas extranjeros, luego de dejar de pagar el dinero que se prestó. Ante nuestras cámaras, indicó que este préstamo fue realizado para saldar la deuda de una entidad financiera, que le brindó apoyo durante la pandemia de la Covid-19.
Asimismo, confesó que la propagación del coronavirus ocasionó que las ventas de los productos escolares y de consumo que ofrecía en su pequeño negocio, disminuyan. Ese sería el principal motivo de no cumplir con el pago del dinero prestado.
“Yo hace 25 años me he quedado desempleado y pensando que yo siempre he tenido esa intención de ser independiente, forje un negocio familiar junto con mi esposa y mis pequeños hijos. Iba muy bien hasta que llegó esta pandemia, porque no solo a mí me ha hecho daño, sino a todo el mundo. Especialmente a los que tenemos menos posibilidades y uno de esos soy yo. Cometí el error, que ahora me arrepiento, de pedir dinero a informales”, señaló Dávila.
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En esa línea, el ciudadano indicó que pese a explicar los motivos de no poder cumplir con lo acordado, los prestamistas informales de nacionalidad extranjera no comprenden su situación y le han indicado que, si no cancela la deuda lo antes posible, podrían realizar alguna acción en su contra.
“Hace aproximadamente 15 días que he dejado de pagar porque me quede sin mercadería y ya no tengo los ingresos de antes. Deje de pagar y a veces pago un día sí y uno no. Algunos comprenden, pero hay uno que se queda en mi puerta y me dice si no me pagas no me voy de acá. Tengo que recurrir a mis hijos para darle. Hasta, incluso, un día me dijo si no me pagas toda tu deuda, yo vengo y te quemo tu casa”, declaró.
Cabe señalar que, Juan Dávila tiene un pequeño negocio de librería y bodega, y con ello sustenta sus gastos, pero por la pandemia de la Covid-19, sus ingresos disminuyeron y recurrió a prestamistas que cobran “en cuota de 24 días, para que el pago sea diario, del 20%”
“Eso es como una ruleta. Abres una ventana, cierras otra, abres una, cierras otra y eso es de nunca acabar y así es que ahora dije ya mi mercadería me quede prácticamente sin nada, ya no tengo para reponer. No sé que hacer, mis hijos ya me han ayudado hasta donde han podido, ya no puedo pedir más porque tiene sus hijos, su familia. Eso fue la estocada final”, dijo.
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