28/08/2019 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 09/01/2023
China dijo este martes que estaba "extremadamente descontenta" con la declaración del G7 que exhorta a "evitar la violencia" en Hong Kong después de más de dos meses de manifestaciones favorables a la democracia.
"La situación en la excolonia británica es un asunto interno de China y ningún Estado, organización o individuo tiene el derecho de injerirse", declaró a la prensa el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores Geng Shuang.
En el documento en el que se recogen las conclusiones de la última cumbre del G7, celebrada en Biarritz (Francia) entre los días 24 y 26, el club de los siete países más ricos "reafirma la existencia e importancia de la declaración chino-británica de 1984 sobre Hong Kong, y llama a evitar la violencia".
El portavoz chino acusó al Grupo de los Siete (G7) de "hacer acusaciones arbitrarias sobre los asuntos de Hong Kong", y recordó que éstos son únicamente competencia interna de China.
Resuelta oposición
"Expresamos nuestro extremo descontento y nuestra resuelta oposición a la declaración de los dirigentes del G7 con respecto a los asuntos de Hong Kong", declaró Geng.
"Nadie se preocupa más por la prosperidad y la estabilidad de Hong Kong que los ciudadanos hongkoneses y los demás ciudadanos chinos. Podemos ocuparnos de nuestros propios asuntos bien. Le pido a los miembros del G7 que dejen de meterse en los asuntos de los demás con intenciones maliciosas", apuntó.
La declaración de 1984, previa a la retrocesión de Hong Kong a China en 1997, garantiza por 50 años un estatuto de autonomía para la excolonia británica, plasmado en el principio "un país, dos sistemas".
No obstante, tras semanas de manifestaciones en la ciudad autónoma, el Gobierno chino aseguró que los "derechos y obligaciones" del Reino Unido reconocidos en la declaración ya "fueron completados" mediante la Ley Básica hongkonesa.
Geng estimó que la declaración de 1984 "confirmaba que China restablecerá su soberanía en Hong Kong", territorio que había sido cedido a Londres en el siglo XIX.
"Tras su regreso a la madre patria, el Gobierno chino gobierna Hong Kong basándose en nuestra Constitución y en la Ley Básica (la constitución hongkonesa). De acuerdo a las leyes internacionales (...), ningún país u organización debe interferir", sentenció.