Caos y desorden en el Metropolitano

Usuarios del Metropolitano reportaron largas colas y desorden en la estación Naranjal del Metropolitano tras la eliminación de la fila de 'sentados'. Aseguran que cambio no soluciona el problema y piden más unidades, mientras que ONG Luz Ámbar aconseja evaluar programación y redistribución de la flota.

Las imágenes compartidas por los medios mostraron extensas filas que rebasaban la plataforma del terminal. Pasajeros señalan que el cambio complicó la situación de las personas que iban paradas, para llegar rápido a sus destinos, ya que debían compartir cola con los que optaban por la otra alternativa y eso retrasa su avance.

Malestar creciente

Hacia las 7:30 a.m. el fastidio era cada vez mayor y los reclamos empezaron a surgir. Otros, en la “criollada”, aprovechaban el menor descuido para colarse, lo que desató olas de críticas y abucheos. La tensión era palpable. “¿Qué solución es esta? Todos los días es lo mismo. ¡Qué traigan más buses!”, expresó una mujer.

Cabe indicar que no todos estaban informados sobre la medida, confusión que incidió en el caso registrado. Pero el malestar no solo se concentró en ese punto, pues en la estación Tomás Valle, en Independencia, usuarios reclamaron también por la demora de los buses y las extensas filas.

Superan su capacidad

De acuerdo a cifras de Protransporte, el Metropolitano a la fecha realiza 700 mil viajes diarios y tiene un total de 300 buses troncales y 222 alimentadores. El director de la ONG Luz Ámbar, Luis Quispe Candia, consideró que el servicio ha llegado al tope de su capacidad y exhortó a las autoridades a evaluar un aumento de la flota.

“Un estudio, es decir, la evaluación permanente que debe hacer la entidad encargada determinará si necesita aumentar 1, 10 o 15 buses para paliar la demanda”, anotó. En este marco, el especialista en transporte remarcó que el análisis debe ser continuo porque la demanda puede variar dependiendo del día o la hora.

Cambios y flujos de rutas

Sobre la problemática de la estación Naranjal, Candia mencionó que el 80% de los pasajeros tienen como punto de destino el sur, específicamente las estaciones de Canaval y Moreira, y Angamos. Ante ello, consideró que la ruta Súper Expreso debe dividirse en dos (A y B) y tener como destinos los terminales antes mencionados.

“No tienen que cambiar de flota porque utilizarían la misma. De esa forma, se divide el flujo de viaje y es mucho más célere, porque ya no se detendría en la otra estación”, argumentó. Similar evaluación, agregó, deben hacer en el flujo y frecuencias de las rutas A y B del servicio de transporte.

Para el vocero de Luz Ámbar, parte del problema obedece también a la necesidad de perfeccionar la programación de los buses, cuyos cambios pueden efectuarse a través de terceros o con los operadores. Finalmente, opinó que eliminar la fila de sentados si bien en teoría es una buena alternativa, pero dependerá de los usuarios.

Compra de 80

El presidente de la ONG, Luis Ámbar, Luis Quispe Candia, estimó que la ampliación del Metropolitano hasta la avenida Chimpu Ocllo, en Carabayllo, deberá demandar la adquisición, por lo menos, de 80 buses más en el servicio. Como se recuerda, el alcalde Jorge Muñoz había anunciado que en los próximos días se convocará a licitación para construir el tramo de 12 kilómetros hacia la zona este.

Metropolitano pasa al ATU

El 1 de abril empezará a operar la Autoridad de Transporte Urbano de Lima y Callao, entidad que estaría a cargo de los servicios de los corredores viales, el Metropolitano y el Metro de Lima. Pero, ¿qué pasará con la ampliación del Metropolitano? Para el presidente de la ONG Luz Ámbar, debería estar a cargo también de esa entidad.

Dijo esperar que ese tema sea discutido en la Mesa Ejecutiva de Tránsito y Movilidad Urbana, integrada por representantes de diferentes ministerios, la Municipalidad de Lima, el municipio del Callao y la sociedad civil. “A mi modesto entender debería ser la ATU la que asuma esa licitación”, comentó.

Cabe indicar que esta entidad también estará a cargo de implementar una serie de estrategias para ordenar el sistema de transporte de la capital y atender problemas como la cantidad de combis que circulan en Lima y Callao, así como la falta de unidades en determinadas horas de la noche.