Arequipa: Policías y funeraria pretendieron encubrir el homicidio de un obrero
La familia del obrero Julio César Ayala Quispe (37), descubrió el día de su sepelio que no había fallecido por una caída como les hicieron creer los policías, sino que había sido asesinado.
Cuando Elsa Quispe Cayra (54) recogió las prendas de vestir de su hijo fallecido, se percató que la casaca que vestía el día que fue hallado sin vida tenía un corte provocado por un arma blanca y manchas de sangre.
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Al enterarse del detalle en la prenda de vestir del occiso, la familia tuvo que suspender el entierro y abrieron el ataúd para revisar el cuerpo. Efectivamente encontraron una herida abierta provocada por un cuchillo y que aún sangraba.
En el local donde iban a realizar los actos fúnebres se encontraba el suboficial Fredy Valdivia Q., de la comisaría de Alto Misti quien había intervenido el caso.
Los familiares, amigos y vecinos del occiso, se indignaron con el hecho y retuvieron al agente exigiendo la presencia de un fiscal porque los policías les hicieron creer que el obrero había fallecido por una caída.
Incluso la funeraria Zúñiga, que estuvo presente en el lugar del homicidio antes que la familia, habría tramitado el certificado de defunción con un diagnóstico falso.
◼ Hechos cuestionables
Fue al promediar las 00:20 horas del último domingo que el cuerpo del obrero Julio César Ayala Quispe, fue hallado sin vida por serenos en la cuadra 20 de la avenida Tarapacá (Miraflores). Hasta ese lugar acudió la madre del fallecido para reconocer el cuerpo.
Según la mujer, los policías la convencieron para que afirme que su hijo sufría del corazón y así facilitar los trámites de defunción.
Entonces, los efectivos sin siquiera revisar el cuerpo habrían concluido que el varón sufrió un paro cardiorrespiratorio y que cayó pesadamente al suelo golpeándose la cabeza para morir en el acto.
Los efectivos consideraron innecesario comunicar el hecho a la Fiscalía y simplemente ordenaron el levantamiento del cadáver, que lo hizo la funeraria Zúñiga que se encontraba en el lugar.
Estos últimos llevaron el cuerpo para bañarlo, vestirlo y entregarlo a la familia.
Ellos, además habrían tramitado el certificado de defunción que lo firmó el médico cirujano Felipe Zapata, quien diagnosticó como causa de muerte insuficiencia respiratoria y traumatismo encéfalo craneano.
El personal de la funeraria nunca reportó que el cuerpo del obrero presentaba una lesión punzocortante en la espalda.
Recién la noche del último lunes, la Fiscalía acudió al local donde velaban los restos del obrero para constatar el hecho.
Ellos solicitaron la intervención del personal de Homicidios de la Divincri, quienes investigarán el caso y tratarán de identificar al homicida.
En tanto, el cuerpo del occiso esta vez sí fue trasladado a la morgue para la necropsia de ley.
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