Antero sobre Vargas Llosa: “La lejanía no siempre permite ver las cosas que suceden en nuestro país con objetividad”
¿Desjodiendo o al revés? En una reciente entrevista a Mario Vargas Llosa efectuada en Madrid por Raúl Tola, podemos observar que la lejanía no siempre permite ver las cosas que suceden en nuestro país con objetividad. Cierto es, que estando en el exterior, te quita en algo las pasiones, pero también pueden fortificarse los resentimientos como se ha podido acreditar en la conversación entre los dos destacados escritores, uno ya consagrado por los años y el éxito y el otro en esforzado proceso de ascenso.
No caeré en los lugares comunes, con exceso de sobonería, de llamar a MVLL como “nuestro Nobel”, o el “laureado escritor” ni menos el “marques ibero-peruano”, aunque sí destacar la lucidez de una visión de Latinoamérica preñada durante décadas de autoritarismo militar que terminaba con épocas de democracia para luego reincidir en autoritarismos, pero políticos. A ello se agrega que estando bajo la influencia de los Estados Unidos de América, el país del norte poco conocía de sus vecinos hemisféricos del centro y del sur.
También es acertada su crítica a la reforma agraria plagada de inusual colectivismo, que solo logró más pobreza para el campesinado, e igualmente su visión del Perú como país minero, pero que no lo entienden ni siquiera muchos de quienes viven de dicha actividad.
n lo que se refiere a su óptica sobre la situación actual peruana, en el sentido que se está “desjodiendo” el país, tenemos que disentir de su opinión, ya que el debilitamiento institucional, el cuestionable cierre del Poder Legislativo, la inercia y desidia gubernamental para enfrentar conflictos sociales, sin causa pero con pretextos temerarios, nos llevan a afirmar lo contrario, nos estamos volviendo a joder, con disculpas por la terminología.
Cierto es que tuvimos mucha expectativa en el gobierno arribado el 2016, pero es también cierta la frustración que generó sus deficiencias, que no pueden ocultarse tras la supuesta obstrucción de quien acompañó a PPK en la segunda vuelta, pues más allá de los grititos de algunos de sus parlamentarios, francamente impresentables, el Congreso le dio varias facultades legislativas delegadas, aprobación de los presupuestos planteados por el Gobierno, aunque no aceptó majaderías de la segunda etapa del quinquenio, esta vez presidida por Martin Vizcarra, sobre proyectos de reformas que lejos de mejorar la institucionalidad del país la han seguido dañando.
Desde el exterior, seguramente suena muy gratificante, además de eficiente, la actividad del Sistema de Justicia en el Perú, en que se ve el movimiento de fiscales, lo que no significa laboriosidad exitosa, así como decisiones jurisdiccionales que hacen añicos al Derecho, con aplicación de prisiones preliminares y preventivas, solamente para recibir el aplauso ignoto de quienes con razón claman justicia y severidad en la lucha contra la corrupción, pero sin saber que los excesos también son un gravísimo problema.
Llama si la atención que MVLL no haya sido claro y contundente para expresarse sobre los movimientos rojos que tratan de cambiar el color político y social, así como el económico de la América Latina.
POR ANTERO FLORES-ARAOZ*
*Ex Presidente del Congreso de la República