Accidentes cobran la vida de cinco en Santa Anita y SMP
La jornada de accidentes en Lima tiene otro capítulo trágico: cinco muertos registrados ayer en Santa Anita y San Martín de Porres. De ese total, dos dormían sobre los rieles y fueron atropellados por un tren; mientras que el resto pereció luego que un automóvil invadió la calzada y atropelló a un grupo de peatones.
El primero se produjo alrededor de las 2 a.m. en la zona de Las Praderas, en Santa Anita. Testigos del sector y agentes de la Policía Nacional informaron que las víctimas se habrían quedado dormidas en los rieles después de ingerir bebidas alcohólicas. Ese estado, al parecer, hizo que no advirtieran el avance del vehículo ferroviario.
Silvio Fernando Chávarry Morán, maquinista de medio de transporte Ferrocarril Central Andino del Casco N°1014, relató a la Policía que la poca visibilidad, era de madrugada, evitó que divisara a los hombres hasta que fue muy tarde: ambos fueron golpeados por la parte delantera del tren y arrastrados por varios metros.
Personal del Ministerio Público llegó a la zona para el levantamiento de los cuerpos. Se trata de Julio Tintaya Condori (31) y Paul Gonzales Sánchez (39), cobrador y conductor de un bus de la empresa Transporte Pesqueros S.A., cuya sede está ubicada a pocos metros de la escena.
Despiste mortal
Horas más tarde, a las 6:45 a.m., un automóvil que iba a excesiva velocidad sufrió un despiste y arrolló a tres peatones en la cuadra 2 de la avenida Los Próceres, en San Martín de Porres. La fuerza de la colisión provocó la muerte de Pedro Carrasco Núñez (82), Marlena Azegabua Cano (52) y una tercera persona, aún por identificar.
Las imágenes captadas por las cámaras de seguridad muestran al auto, de placa D8Q-881, patinar por la pista, invadir la vereda y golpear, por la parte lateral, contra los transeúntes. Trascendió que segundos antes del siniestro Carrasco había salido de la iglesia, donde asistía fielmente cada domingo.
EXIGEN JUSTICIA
Familiares de las víctimas del accidente en San Martín de Porres exigieron justicia y la máxima pena para el conductor, aún no identificado. Y es que, vecinos informaron que el sujeto, en aparente estado de ebriedad, intentó huir de la escena, pero fue reducido y conducirlo a la comisaría de Condevilla. “Tiene que pagar por lo que hizo”, reclamaron.