A la cárcel de por vida a asesinos de Solsiret, exigen familiares y amigos
El contundente informe de la necropsia practicada a parte de los restos de la activista Solsiret Rodríguez Aybar que guardaba su victimaria, Andrea Aguirre, se desprende que fue asesinada con "gran crueldad". Ante ello familiares y amigos de la víctima reclaman que los implicados cumplan cárcel de por vida.
Fue el comandante general de la PNP, José Luis Lavalle Santa Cruz, quien informó ayer que la necropsia realizada a los restos de Solsiret Rodríguez, quien desapareció el 23 de agosto de 2016 y cuyos restos fueron encontrados el último martes, arrojan que no murió por una caída sino tras sufrir un golpe con un objeto en el rostro.
“Las lesiones que se presentan a nivel de la nariz, parte frontal del rostro, señala que habría sido con un elemento contundente con mucha violencia, con mucha fuerza. Entonces, se entiende que ha habido un ataque sobre la víctima”, señaló Lavalle.
Como se recuerda, la acusada Andrea Aguirre, sostiene que la muerte fue producto de una caída y por eso fallece. “Esto no se condice con la necropsia. Solsiret sufrió un golpe frontal que hirió parte del rostro. En el lado central de la nariz. Existió violencia contra la víctima”, agregó.
“La victimaria (concuñada) dice que fue producto de una discusión, de un golpe recíproco, de una caída desde el cuarto piso, pero esto no se condice con los resultados de la necropsia”, puntualizó.
El comandante general de la PNP, manifestó que se trataría de un homicidio calificado tras las pericias forenses realizadas al cráneo y las lesiones presentadas en el cuerpo.
“Aquí se habría ejercido violencia contra la víctima (Solsiret Rodríguez), esto deriva a las posibilidades de que sería un homicidio calificado; es decir, un asesinato. El móvil sería producto de un conflicto familiar, específicamente, entre ambas mujeres”, determinó.
La confesión
El empleo del número de Solsiret por parte de Andrea Aguirre, el 21 de octubre de 2018, dio las pistas para esclarecer el caso. Con las pruebas, la concuñada terminó por confesar. “Voy a decir toda la verdad. Yo sé dónde está el cuerpo de Solsiret. Todo fue un accidente. Se los juro”, relató.
En su vivienda del jirón Condesuyos 510 en el asentamiento humano Conde de la Vega, Cercado de Lima, la victimaria escondía los restos de la joven madre.
La policía encontró la cabeza momificada con cabellos de la activista y tres huesos del miembro superior derecho, envueltos en papel, dentro de un táper transparente.